30 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: Mindefensa humilla a las FMM y arrodilla al país; Fico, nos da tranquilidad

Por Gabriel Zapata Correa (foto)

Nunca antes el país se había sumido en semejante nudo gordiano en el tema de la seguridad. Mejor dicho, en muy pocas palabras, estamos en la sin salida.

Las bandas criminales se tomaron las calles de las ciudades, la extorsión se campea como Pedro por su casa, secuestran bandas de delincuentes, grupos criminales, el ELN demuestra que es el rey y señor de muchos territorios nacionales haciendo lo que se le viene en gana sin control alguno, ya se ven supuestos guerrilleros patrullando calles de los pueblos y hasta inaugurando puentes. Pero, ¿dónde está el Ejército?

Digamos de frente que el país está confundido. El concepto tan enredado de la Paz Total, y el cese el fuego decretado por el presidente Petro que no le permite a las Fuerzas Militares atacar a los criminales del ELN en ningún caso, ni en el eventual episodio de defender a los civiles, dejó amarrado de patas y manos al Ejército.

Lo más grave de lo que estamos viviendo, es que día a día la sensación de inseguridad crece en todas las ciudades del país, sin excepción alguna. Este no es un tema conceptual que esté siendo manejado a discreción por la oposición. Lo estamos padeciendo en las calles, porque los criminales se sienten dueños de ellas, ante una inoperancia e indiferencia absolutamente frías e inexplicables de nuestras fuerzas del orden.

Pero hay un hecho que es mucho más delicado. Es que el ministro de la Defensa, Iván Velásquez, le tiene el pie en la nuca al Ejército y lo tiene sometido a unos conceptos que nadie entiende. El Ejército no tiene el radio de acción que dispone, por ejemplo, el ELN, que recibe un trato preferencial del gobierno. ¿O cómo puede interpretarse que mientras la banda terrorista del ELN secuestraba a la sargento del ejército Ghislaine Karina Ramírez, y a sus dos niñitas, y asesinaba a tres policías en el Catatumbo y en el suroccidente del país, y anunciaba un paro armado en San Juan del Chocó, el presidente Petro estaba firmando el cese el fuego que entrará en vigencia en agosto? El ELN será intocable, y esa es la sensación que respiran las mismas fuerzas armadas.

Pero la cereza del pastel la acaba de colocar el ministro Iván Velásquez, al culpar a la sargento Ghislaine Karina Ramírez de su propio secuestro por imprudencia, cuando precisamente estaba cumpliendo con la orden que se le dio de su traslado, desde Melgar por la vía que conduce al municipio de Fortul, en Arauca.

Como están las cosas en el país, seremos responsables de los atracos, secuestros, extorsiones y ataques de que seamos víctimas, no solo en el campo sino en las ciudades, si interpretamos bien las palabras del ministro Velásquez.

Por lo menos, mientras el ministro de la Defensa, Iván Velásquez, siga al frente de esta cartera, en la que desahoga su inocultable fastidio contra las fuerzas armadas a las que humilla cada que puede, y somete el país a los designios de los criminales de todos los pelambres.

Estamos en la sin salida. (Opinión).

Apareció Fico y nos trajo tranquilidad

Hay que salvar a Medellín. Esta es la voz unánime que se escucha en todas las calles y rincones de la ciudad, de una administración absolutamente irresponsable y corrupta hasta los tuétanos que tiene a la otrora tacita de plata en el abandono total.

La desesperanza y la desilusión han sido los rasgos de esta alcaldía de Daniel Quintero, a quien da la clara impresión que lo protegen lo organismos de control, porque ninguna de las denuncias prospera desde el gobierno de Duque, quien valga decir siempre lo tuvo bajo su protección.

La gestión del alcalde Quintero ha recibido de la misma ciudadanía la peor calificación desde que tenemos alcaldes por elección popular. Quintero se inspira en el odio que tiente por Medellín y lo demuestra con el trato que le da a la ciudad desde todos los ángulos.

Las consecuencias de esta trágica administración han hecho que los ciudadanos de bien, que queremos la ciudad, que nos inspiramos en la decencia, estemos convencidos que Daniel Quintero no puede dejar sucesor y que tampoco podemos correr el mínimo riesgo de que una de sus fichas pueda llegar a la Alcaldías a continuar con las banderas del saqueo y la corrupción.

Nuestra absoluta confianza en asegurarnos con Fico la Alcaldía de Medellín, radica precisamente en la capacidad de hacer trampa de Quintero y de quienes lo rodean.

Fico figura barriendo en todas las encuestas, y con toda razón. Por sus altos niveles de credibilidad y confiabilidad, por su probada transparencia, por su coherencia, y porque, tenemos que decir la verdad, la gente lo quiere.

No quiero en esta nota desestimar el valor y la calidad de otros candidatos que vienen haciendo campaña seria y digna, en la misma línea de recuperar la ciudad y sus valores, como Juan Camilo Restrepo, Liliana Rendón, Juan David Valderrama, Claudia Carrasquilla, Luis Felipe Vélez, Carlos Ballesteros, Juan Carlos Benjumea, entre otros, quienes obviamente no son de la línea del alcalde ni portan los colores del petrismo, pero que pueden en el futuro cercano fortalecer un grupo unido, para enviar el mensaje claro y contundente de que cruzan sus brazos y esfuerzos para luchar todos juntos por Medellín. Como deberá ser.

Nos alegra y nos regresa un gran aire de tranquilidad saber que Fico ya es candidato a la Alcaldía de Medellín. Con él le quitaremos a Medellín de las garras corruptas en que está.