Por Hernando Gómez Marín. Abogado.
(Para los ignorantes, desmemoriados o ingenuos).
Después del fallido golpe de estado del 12 de febrero de 1.992, el teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías, bien asesorado por intelectuales de izquierda entre ellos Gustavo Petro (Gustavo Francisco Petro Urrego), entendió que el mejor golpe de estado se propina ganando en las urnas, una sola vez.
Perpetuarse en el poder será a posteriori un juego de niños.
El 6 de diciembre de 1.998, el
Coronel Chávez gana las elecciones presidenciales, pero bajo la vigencia de la constitución venezolana de 1961, razón por la cual no es posible su reelección por mandato constitucional.
Pero menos de dos meses después, el 2 de febrero de 1.999, convoca a un referéndum y crea la A.N.C. (Asamblea Nacional Constituyente) cuyos delegatarios son elegidos el 25 de julio siguiente obteniendo el oficialismo 125 de los 131 escaños.
En agosto 3 de 1.999, la Asamblea Nacional Constituyente dicta su propio reglamento declarándose depositaria de la voluntad popular y ente soberano del poder con atribuciones omnímodas para reorganizar el estado venezolano pudiendo en su ejercicio organizar, limitar o cesar todas las actividades de las autoridades que conforman el poder público. Todos los organismos de poder quedarán subordinados a ella.
En agosto 9 de 1.999 el presidente Hugo Chávez se subordina a la A.N.C, la que a su turno lo ratifica como jefe supremo con poderes ilimitados.
Solo tres días después, el 12 de agosto de 1.999, la ANC ordena la “reorganización” de todos los órganos del poder público interviniendo, modificando o suspendiendo los entes que ella considere convenientes.
El 23 de agosto de 1.999, la Corte Suprema de Justicia venezolana por votación de 8 contra 7 aprueba las resoluciones de la ANC haciendo carrera la frase lapidaria de la hasta ese momento presidente de la corte de que: “Sencillamente la corte venezolana se suicidó para evitar ser asesinada, pero el resultado es el mismo: ESTÁ MUERTA”.
El 25 de agosto de 1.999 la Asamblea reorganiza el poder judicial sometiéndolo a su control y mando. Igualmente decreta la regulación del poder legislativo nacional y suspende las sesiones del congreso, crea una comisión legislativa apéndice de la A.N.C. y revoca la inmunidad parlamentaria.
El 15 de diciembre se aprueba la nueva constitución de la República bolivariana de Venezuela y tan solo siete días más tarde, el 22 de diciembre de 1.999 la A.N.C. Muestra todo su feroz poder con las siguientes medidas:
⁃ Disuelve definitivamente el congreso.
⁃ Crea la comisión legislativa nacional como nueva encargada de crear las leyes.
⁃ Conforma el “Nuevo Tribunal Supremo de justicia”
⁃ Nombra al contralor general de la República.
⁃ Nombra al fiscal general de la República.
⁃ Se auto atribuye competencia para designar los integrantes del Consejo Nacional Electoral garantizando así la perpetuidad en el poder.
El 30 de diciembre de 1.999 se aprueban constitucionalmente todas las anteriores reformas tomando para la “Revolución” a además, lógicamente del ejecutivo, el poder judicial, el poder legislativo, la contraloría general de la República, la fiscalía general de la nación y el consejo nacional electoral, todo mimetizado sobre supuestas bases jurídicas.
Lo que en 1.992 no lograron mediante las armas, en 1.999 lo obtuvieron por vías de hecho con apariencia jurídica:
EL RESULTADO ES EL MISMO.
Si el cerebro de semejante golpe a las instituciones del vecino país lo logró para su pupilo, ¿qué les hace creer que no lo hará para su propio beneficio si logra una victoria en las elecciones democráticamente obtenida?
¡¡¡Solo invito a la reflexión!!!
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