25 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: Medellín está en la sin salida

Gabriel zapata

Por Gabriel Zapata Correa 

Esta semana que termina nos dejó postrados a los antioqueños y a los medellinenses con las últimas decisiones del alcalde Daniel Quintero, quien persiste en gobernar a la espalda de la ciudadanía, en contra de las normas más elementales de la transparencia que tanto prometió en su campaña. Y quién creyera, alimentando cada día más el sentimiento que hay en la calle y que se respira en las reuniones políticas y empresariales de que el alcalde no quiere a Antioquia y Medellín.  

Hay una figura metafórica que nos sirve para explicarles a los lectores qué le pasa al alcalde Quintero con Antioquia y Medellín, que se puede aplicar con hechos al poco o nulo sentido de pertenencia del mandatario con esta tierra. Se dice con particular gracia que cuando un animal tiene orejas de conejo, cola de conejo, camina como un conejo, salta como un conejo, y come como un conejo, pues es un conejo. 

La principal asesora del alcalde Quintero es su secretaria Privada, la nortesantandereana María Camila Villamizar, su exsecretaria en las Mintic y quien fue la punta de lanza en la toma hostil contra EPM, según las mismas denuncias del exgerente Alvaro Guillermo Rendón. Fue tal su injerencia hostil en EPM que al mismo gerente le tocó sacarla y ponerla en su sitio, y cortar toda comunicación con ella, pese a las presiones del alcalde Quintero desde su despacho de La Alpujarra.  

Fuentes cercanas al despacho del alcalde Quintero sostienen que María Camila Villamizar es el poder en la sombra en la Alcaldía, y que se le han escuchado expresiones despreciativas hacia Antioquia y Medellín. La Villamizar es una de las personas que le hablan al oído en el diario a diario al mandatario de los medellinenses y, obviamente, el alcalde tiene plena confianza en ella. Pero los resultados y los hechos hablan mucho más que los comentarios.  

Sería interminable la lista de mentiras y desaciertos del alcalde Quintero, que tienen hoy a Medellín en la sin salida y al ciudadano de pie en el desconcierto y en la desilusión totales.  

Es muy lamentable que un alcalde de una ciudad como Medellín, reconocida a nivel mundial en muchos aspectos, especialmente por el empuje de sus habitantes y el espíritu de lucha de sus empresarios a todos los niveles, desconozca su historia, hasta calificarlos de hampones y de bandidos. Y nos obstante que el alcalde Quintero ganó por más de 300 mil votos, la diferencia no es un motivo para que salga a pisotear a todo mundo, como lo ha venido haciendo, con el simple argumento de “yo les gané”.  

Esta semana la crisis del C-19 acabó de quitarle la máscara al alcalde. En el tema del C-19 Medellín encabeza en este momento el mayor crecimiento de contagios y uno de los más altos registros de ocupación UCI en el país  

Recordemos que el alcalde promocionó su plan de las 1.000 camas UCI y lo inauguró hace más de seis meses. A mediados de septiembre lo anunció con bombos y platillos, pero nunca logró cumplir esa meta. Este 5 de abril dijo que en camas UCI Medellín se acercaba a las 900. El mismo se contradice porque primero cae el mentiroso que el cojo. Pero lo peor es que no ha sido capaz de reconocer que al menos 400 de esas camas UCI vienen de empresarios privados, que él mismo ha calificado de hampones y de bandidos. Así le pasa a quien escupe de para arriba. Pero, lo peor fue haber convocado esta semana a vacunarse a los mayores de 70 años, a donde no había vacunas. ¡Qué despelote de ciudad!   

Medellín ocupa hoy el puesto 69 en el mundo en contagios por encima de Egipto y de Indonesia que nos superan en población. Somos el ejemplo para no mostrar. Por eso le tocó dejar la crisis de Medellín en manos del gobernador (e) Luis Fernando Suárez Vélez.  

Pero esta semana el alcalde nos dio el golpe de gracia a los antioqueños y a los medellinenses con la designación del Gerente General de EMP, que recayó en Alberto Calderón, una persona muy allegada a su familia y cuya hoja de vida reúne toda clase de vacíos, comenzando por su trayectoria.  

Los congresistas antioqueños le enviaron una carta al alcalde Quintero, en la cual le pidieron que postergara la posesión del gerente mientras se hacía claridad sobre varios detalles de su hoja de vida. Por ejemplo, si es verdad que se presentó a Tigo-UNE a un cargo financiero, pero no pasó por falta de requisitos profesionales, lo mismo que en Afinia filial de EPM en la Costa Atlántica. Esa carta no mereció ni una respuesta. Y se sabe también que Calderón salió despedido de Mineros por bajo rendimiento.  

Pero lo más grave es lo que divulga El Colombiano de Hoy. Este diario averiguó, y Miguel Alejandro Calderón no terminó estudios de Administración de Empresas en la Universidad de California, Santa Bárbara. El nuevo gerente de EPM dice lo contrario en su hoja de vida, aunque ni siquiera figura en los registros de esa universidad.  

¿Será por estas mentiras que el alcalde Quintero y su flamante gerente no han sido capaces de citar a una rueda de prensa?   

Pero, además, a todas estas, ¿qué papel ha jugado la junta directiva de la empresa? Qué vergüenza una junta directiva de bolsillo, jugando con el presente y el futuro de la empresa más querida e importante para los antioqueños. Quedarán marcados para la historia.  

Sentimos dolor de patria, porque pese a todas estas verdades, que las conocen de primera mano en Palacio, el presidente Iván Duque persista en darle la espalda a los antioqueños como lo ha hecho y lo sigue haciendo hasta ahora, apoyando con los ojos cerrados a un alcalde que gobierna con la mentira y el engaño y que nos está haciendo tanto daño. Y Duque lo sabe.  

Con toda razón un gran sector del empresariado antioqueño anda molesto con Duque, porque dejó a Medellín a la deriva, aparte de que le ha quedado muy mal a Antioquia, pese a que en este Departamento se le dio la victoria.  

Desafortunadamente, estamos a la deriva y en la sin salida.