26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: La soledad del presidente Duque @IvanDuque @soyconservador

 

Por Gabriel Zapata Correa* (foto)

Cuando el presidente Iván Duque está entrando apenas a su noveno mes de Gobierno, el comentario que se escucha a todos los niveles es que no ha podido despegar. ¿Qué le pasa al Presidente Duque? ¿Qué le pasa a su Gobierno?

El balance que le pueden hacer, amigos y opositores, es de muy bajo perfil, y con ironía sostienen que lo único que ha cumplido hasta el momento de sus propuestas de campaña, es mantenerse en la raya de no darles mermelada a los partidos políticos.

Pero es obvio que la principal causa para que sus empeños de buena voluntad no sean lo suficientemente visibles, nace de la gran polarización que vive el país, entre el Centro Democrático que es el partido de Gobierno, y los sectores de la oposición conformados ahora por los partidos Liberal, la U, Cambio Radical y las franjas de la izquierda, alrededor de las propuestas del mandatario de modificar algunos puntos de los acuerdos de La Habana.

Pero no solo es la discusión jurídica de las propuestas revisionistas de los acuerdos ha generado estas distancias políticas. Los enfrentamientos a gritos entre algunos congresistas del Centro Democrático con varios de los senadores del nuevo partido Farc, por asuntos tan superfluos como pedir el uso de la palabra, lo cual demuestra a qué grado de polarización hemos llegado.

Hasta opinar se volvió complicado en el país. El gerente del Banco de la República Juan José Echavarría, expresó con natural preocupación por la polarización del país, e indicó que espera que esto no afecte la proyección de crecimiento económico que tiene el Banco de la República para este 2019.

El expresidente Uribe saltó de inmediato como una liebre, y a través de redes sociales, calificó como ilógico que el Gerente del Banco de la República haga ese tipo de observaciones cuando durante el gobierno de Juan Manuel Santos, según dice, le permitieron “imponer impuestos muy altos, se implementó la mermelada y dejaron pasar la impunidad”.

“Ah el Presidente del Banco de la República. Alcahuetearon a Santos derroche, mermelada, impuestos elevadísimos e impunidad. Pero ahora se queja de la polarización”, fueron las palabras del Senador Uribe en Twitter.

Pero además hay otro ingrediente que se suma a este clima tan caliente, y es que el presidente Duque no ha podido avanzar en unos acuerdos o alianzas con los otros partidos como el Liberal, Cambio Radical y la U, como sucede en todas las democracias del mundo, para restablecer una gobernabilidad que le permita avanzar en sus propuestas de Gobierno.

Ahí surge una pregunta en esta discusión: ¿Participación es lo mismo que la mermelada? Está muy claro que no. Duque ganó la Presidencia de la República con el apoyo de estos partidos, incluido el conservador que se ha sumado su respaldo al Centro Democrático. ¿Por qué el presidente Duque no establece unas alianzas y los lleva al Gobierno? Así se hace en todas las democracias del mundo, repetimos. ¿O acaso en estos partidos no hay profesionales serios, competentes y honrados que le pueden aportar sus capacidades a una buena administración?

En este aspecto le formulan otras críticas a su equipo de ministros, porque aparte de que cuestionan sus capacidades, muchos de ellos les marcaron distancia a los congresistas desde el comienzo del Gobierno, hasta el punto de no pasarles al teléfono, como si se contaminaran de la política. Una actitud inaceptable, si partimos de la base que los congresistas, por su natural procedencia, se deben a las regiones y deben ofrecerles soluciones a sus problemas. Y para buscar estas soluciones deben consultar con los ministros. Como en todos los países del mundo.

El presidente Duque, quien fue senador de la República, sabe cómo funcionan las instituciones legislativas y su relación con el gobierno, y que los congresistas tienen que llevar soluciones a las regiones, como una forma también de fortalecer la democracia. Repetimos, una cosa es la participación política y otra es la mermelada representada en los contratos a dedo.

Y para completar este panorama, el Gobierno y el presidente Duque están sometidos al fuego cruzado de su propio partido el Centro Democrático, donde algunos de sus más connotados congresistas parecen aliados de la oposición, y le dan palo porque boga y palo porque no boga.

Estas consideraciones explican la soledad del presidente Duque, pero él puede, sí quiere, con independencia y decisión, establecer unas alianzas políticas para ganar gobernabilidad y buscar la armonía que necesita para sacar adelante sus buenas propuestas de Gobierno.

  • Exsenador de la República.