26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: La economía no se puede frenar

Gabriel zapata

Por Gabriel Zapata Correa 

El gobierno del presidente Iván Duque ha manejado bien la pandemia del Coronavirus, o Covid-19. Hasta la Organización Mundial de la Salud lo ha reconocido, y ubica a nuestro país detrás de Corea del Sur y de El Salvador, aunque algunos expertos sostienen que si el mandatario hubiese cerrado lo cielos quince días antes de haberlo hecho, los resultados serían hoy mucho mejores.

Pero el problema más grave de incalculables proporciones tiene que ver con las consecuencias económicas que ya estamos viviendo.

La Andi, a través de su presidente Bruce Mac Master, y la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, prendieron los bombillos rojos. ¿Qué pasará si se cierra la economía durante tres meses?

Los empresarios agrupados en la Anif ya se pronunciaron:

“No cambiemos un mal muy malo, por otro peor”. En los últimos dos días, el país ha venido debatiendo sobre la idea que la economía debe “apagarse” por lo menos tres meses para contener la infección. En Anif no estamos de acuerdo con esa postura. Esto no se trata de una dicotomía entre economía y salud.

Anif no se opone, lógicamente a que se debe proteger la vida, pero dice que también “debemos cuidar la actividad económica porque, de lo contrario, una vez superemos la epidemia, porque lo haremos, los problemas serían otros, con consecuencias profundas en el bienestar de todos los colombianos”.

Dice la Anif que “proteger la economía no significa cuidar de las utilidades o las ganancias de las empresas, como algunas personas piensan.

“Cuidar la economía es mantener el ingreso de la gente pobre que no tiene cómo comer y que pierde su empleo y de las empresas que no pueden operar su negocio, que pierden sus ingresos y les toca prescindir de sus empleados (empresas de todo tipo: micro, pequeñas, medianas y grandes). Disminuir indefinidamente el ingreso disponible de los hogares es pasar de un mal muy malo, como el SARS-Cov2, a otro peor, el aumento del hambre y la pobreza”.

“Es una situación donde todos perdemos, especialmente los más pobres e informales, que en Colombia son la mitad de la población ocupada. La reactivación del empleo es una tarea primordial y, más ahora, teniendo en cuenta los malos resultados del mercado laboral”.

Las pequeñas y medianas empresas proveen el 68% del empleo en el país.

Otra voz autorizada es la del presidente de la Andi, Bruce Mac Master, quien considera que el sector empresarial se la está jugando “al 300% en esta crisis” del coronavirus, produciendo, transportando, pero ve un riesgo inminente de iliquidez en el sector privado.

Y sostiene que “lo más dramático es la caída de las operaciones, la caída de las ventas, de los ingresos, de los despachos, de la actividad general. Esto, naturalmente se refleja en utilidades y en liquidez. Pero nadie en estos momentos piensa en utilidades. La gente está pensando en liquidez”.

El análisis del presidente de la Andi es acertado: “Las empresas en el corto plazo lo que están pensando es en pagar la nómina, los proveedores y eventualmente pagarle al Estado y a los bancos. Pero la prioridad es pagarle a la gente. Uno solo es capaz de cuidar muy bien a una población en cuarentena si tiene a la gente recibiendo ingresos”. Y añade: “Por eso es que estamos abocados a una crisis de liquidez dentro del sector empresarial que no le conviene a nadie. Ni a las compañías, ni a los empleados, ni al Gobierno ni a los bancos.
“En otros países han puesto planes de ayuda gigantescos como el plan de los dos billones de dólares del gobierno de Estados Unidos o el del gobierno francés de poner el 17% del producto interno bruto. En Colombia eso sería el equivalente a 170 billones de pesos si se pudiera hacer para apoyar al sector empresarial. Acá no tenemos esos recursos y si uno desglosa hacia dónde se están yendo las necesidades importantes se encuentra con que el servicio de la deuda es uno de esos rubros a los que hay que dedicarle muchos recursos”.

El dirigente de la Andi propone un “programa automático de rescate de compañías que hoy están ilíquidas, exactamente igual al que hacen los bancos cuando una compañía se presenta y tiene problemas y se acoge a la ley 1116 o se sientan con los bancos y estos buscan protegerles su flujo de caja, mantenerles la viabilidad y con eso permitir que sigan operando y que en el futuro le sigan pagando la deuda”.

Es la hora de escuchar propuestas. El presidente de la Andi propone “saltar adelante para poner en marcha un periodo de gracia, de seis meses o un año y quitarse esa carga del servicio de la deuda temporalmente, y los bancos no provisionar esa cantidad. La segunda parte es mantener y proteger la liquidez y solvencia del sector financiero. Si no se logra la solvencia del sector financiero, no se puede hacer lo primero”. Y propone algo más concreto:

“Si se detiene la economía entonces detengámonos todos y detengamos un poco el servicio de la deuda. No es regalarle nada a nadie. Solo es reestructurar las deudas, ni que se aumente el riesgo de los bancos que ya lo tienen determinado por el riesgo de sus deudores”.