26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: El presidente Duque dio el paso acertado

Gabriel zapata

Por Gabriel Zapata Correa

El presidente Iván Duque acaba de dar el viraje necesario en el manejo de sus relaciones con el Congreso y en general con los partidos políticos, para que coexista una fluida armonía entre el ejecutivo y el legislativo.

Después de consultas y contactos con los directivos de los partidos Cambio Radical, de la U y el Conservador decidió los nombres de quienes van a ingresar a su gabinete, como una cuota de participación política, como sucede en todas las democracias del mundo: Quien gana las elecciones, gobierna con los partidos que lo apoyaron.

Diversos analistas, congresistas y dirigentes políticos consideran como acertadas las personas escogidas por el presidente Duque para conformar su equipo de inmediatos colaboradores.

El excongresista del Partido de la U, Angel Custodio Cabrera, quien llega al Ministerio del Trabajo, es un dirigente serio, calificado, de excelentes relaciones con los congresistas de distintas corrientes, y de una gran sensibilidad social. Quienes lo conocen comentan que fue un acierto del presidente Duque tenerlo en cuenta por su equilibrio y conocimiento, apenas para liderar las reformas, laboral y pensional.

Cabrera venía desempeñándose en el gobierno como representante en el Banco Centroamericano de Integración Económica.

En el Ministerio de Agricultura nombró al empresario Rodolfo Enrique Zea, como cuota del Partido Conservador. Es un hombre que ha liderado varios proyectos en el sector agrícola, y en este aspecto es de la total confianza del presidente Duque.

Y en el Ministerio de la Salud nombró a Fernando Ruiz en representación del Partido Cambio Radical. Sobre Ruiz, el presidente Duque les dijo a los medios: “Al doctor Fernando Ruiz lo conozco hace muchos años cuando yo fui representante de Colombia en el BID, lo vi trabajar cuando fue consultor del organismo multilateral trabajando en temas específicos de reforma a la salud en nuestro país. Es un gran conocedor sobre la materia y celebro que venga a acompañar nuestra gestión para mejorar los servicios de salud a los colombianos».

Ya en otras columnas hemos ratificado nuestra posición clara, e inobjetable: Una cosa es la gobernabilidad y la participación política de los partidos y otra la “mermelada”, que es la compra de criterios y de respaldos a cambio de cuotas burocráticas.

Con una favorabilidad tan baja en todas las encuestas, es obvio que el presidente Iván Duque necesita el apoyo de los partidos políticos, y más aún en la actual coyuntura para enfrentar los paros y las marchas nacionales que ya se iniciaron en el país. Para nadie es un secreto que se necesita fortaleza y  unidad institucional para asumir muchas de las  exigencias del Comité de Paro.

Enfatizamos además que es sano para el Gobierno y para el país que el ejecutivo lleve unas relaciones normales con el legislativo, y naturalmente con las colectividades, que inclusive lo acompañaron en la campaña hacia la Presidencia. Por eso era lógica la pregunta de varios analistas políticos: ¿Si el presidente no se acompaña ahora de los partidos políticos, por qué les aceptó su respaldo en la campaña? ¿Esta actitud no encarnaba una enorme contradicción?

En este aspecto encaja el comentario de varios analistas y observadores en el sentido de que el presidente Iván Duque y el partido Centro Democrático no podían confundir la “mermelada” con la participación política, que se da en todos los gobiernos democráticos del mundo. Eso es así de sencillo.

Y también hay que aceptar que los partidos tienen profesionales muy serios y técnicos, como los que acaban de aportar, que podrán prestarle un gran servicio al país en los ministerios que van a asumir. Esta decisión del presidente Duque no significa que va a claudicar frente a la politiquería, ni la marrullería de los corruptos.

Con seguridad que habrá otros movimientos, que le permitirán al presidente Duque conectar su Gobierno con el país, con las regiones, a través de los congresistas que lo ayudaron a elegir. Esa es la realidad política que no podemos desconocer, y él tampoco.

El presidente Iván Duque acaba de dar un paso importante, aceptando una realidad política que hacía falta para redondear la tarea que viene haciendo durante estos 18 meses de Gobierno.