Vistazo a los hechos: el bofetón de Petro a Antioquia

Por Gabriel Zapata Correa (foto)

La Feria F-Air Colombia, Feria Aeronáutica Internacional, que organizan la Aeronáutica Civil y la Fuerza Aérea Colombiana, siempre con el aporte de la Gobernación de Antioquia y el municipio de Rionegro, es sin duda la más importante de Latinoamérica.

Nació en el 2002 y se ha convertido en un atractivo internacional, con el objetivo básico de buscar “la reactivación del sector aeroespacial al tener actividades como: agenda académica, muestra comercial, rueda de negocios, exposición de aeronaves, networking y adelantar toda clase de contactos y negocios, aparte de los espectáculos aéreos”, según informan sus organizadores.

Este gran evento que ya tiene categoría internacional, había despertado una inusitada expectativa, por cuanto la edición pasada no pudo realizarse por el tema de pandemia. Desde luego que un certamen de esta clase debía contar con la visita del señor presidente Gustavo Petro en el acto inaugural, porque además teníamos la presencia del embajador del Brasil, Paulo Estivallet de Mesquita, como país invitado.

Sin embargo, la mancha del acto inaugural corrió por cuenta del presidente Petro, y, obviamente de los encargados del protocolo de Palacio. En primer lugar, no hubo espacio en la mesa principal para el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa ni para el alcalde de Rionegro, Rodrigo Hernández, anfitriones del evento que se iba a realizar gracias a sus esfuerzos. Y, en segundo lugar, no hubo espacio para que ellos intervinieran como sí lo hizo el presidente Petro.

Este acto de arrogancia presidencial apenas va en consonancia con la soberbia del presidente Petro, a quien no le gusta que los mandatarios regionales le canten con sinceridad los problemas que se están viviendo en los territorios.

Para nadie es un secreto, y mucho menos para el Gobierno del presidente Petro, que el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, se ha convertido en el líder de los mandatarios territoriales, cuya voz se ha hecho sentir en todos los rincones del país para expresarle al máximo gobernante todos los problemas que se han derivado de la Paz Total. Gaviria le ha puesto la cara al Gobierno para expresarle sin tapujos todos los problemas que viven algunas regiones de Antioquia en los temas de seguridad, los secuestros, las extorsiones y el control territorial que ejercen los grupos criminales que el mandatario ha llamado a dialogar.

Y en el otro costado de los análisis, este bochornoso acto de desprecio por Antioquia que ha reflejado el presidente Petro, se puede interpretar como una reacción del mandatario nacional, contra esta región que en las últimas marchas ha sido la más significativa y expresiva en todo el país.

Es muy lamentable que el presidente Petro carezca de la grandeza que debe mostrar un mandatario de su talla, para saber escuchar a los líderes regionales, quienes no son sus enemigos, sino unos gobernadores y alcaldes preocupados con el descuadre total que vive el país, en casi todos los órdenes, por culpa del Gobierno, sin duda alguna.

Es fácil presumir por qué el presidente Petro dio la orden que no se les diera el uso de la palabra al gobernador y al alcalde de Rionegro. Con toda seguridad Petro temía que el gobernador Gaviria, con la franqueza que lo ha caracterizado siempre, hiciera referencia en su intervención a los problemas que sigue viviendo Antioquia con la inseguridad, en presencia del embajador de Brasil, sin duda un hombre de confianza del presidente Lula da Silva.

Por todos estos argumentos, tiene razón el gobernador Aníbal Gaviria en exigirle al presidente Petro que respete a Antioquia.

Y en la misma proporción, respaldamos las declaraciones del alcalde de Rionegro, Rodrigo Hernández. “Rionegro es ciudad de grandes eventos, la F-AIR 2023 lo demuestra. Lamentablemente, la Presidencia de la República, en cabeza de Gustavo Petro se apropia de la inauguración de este encuentro y nos impide la palabra al Gobernador y a mí. El demócrata presidente deja sin voz al departamento y a mi ciudad, anfitriones de esta fiesta de la aviación”, se quejó el alcalde Hernández a través de sus redes sociales. 

“Rionegro es una ciudad que retumba por lo alto, es por eso que Rionegro rechaza de forma vehemente el veto del señor Presidente a su Alcalde, el no permitirle el dirigirse a sus ciudadanos, es un veto no solo al representante de los rionegreros, sino a todos ellos”.

Se ve que al presidente Petro no solo le estorba que le digan las verdades, sino que tampoco permite que le hablen de los problemas que su mismo gobierno genera. Un rasgo muy propio de los autócratas.