26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: Alcalde, transparencia por favor

Gabriel zapata

Por Gabriel Zapata Corre

Los episodios de esta semana que culminaron con la declaratoria de insubsistencia del Gerente General de EPM, Alvaro Guillermo Rendón, es apenas el crecimiento de una crisis institucional que no tiene antecedentes en la historia de la empresa y de la ciudad. 

Editorialistas y columnistas de diversos medios coinciden en los análisis, especialmente en que el alcalde Daniel Quintero debe respetar el convenio marco de Gobierno Corporativo, establecido entre el Municipio de Medellín y EPM desde 2004. 

Pero lo más lamentable de todo, es que las actitudes del alcalde frente a EPM, fueron desnudadas por el Gerente General, Alvaro Guillermo Rendón, luego de haber sufrido todas las irregularidades habidas y por haber, bajo las presiones de un alcalde ansioso de cumplir unos compromisos políticos y burocráticos. 

Los hechos denunciados por el exgerente Rendón López merecen la intervención de oficio de la Procuraduría General de la Nación de manera inmediata, porque un funcionario no puede hacer lo que se le venga en gana y extralimitarse en sus funciones como lo hizo el alcalde Quintero en EPM, como si la empresa fuera una finca con una puerta en la mitad de un potrero, y con una junta directiva de bolsillo que él sabe para que la escogió… 

Las revelaciones del ahora exGerente General Alvaro Guillermo se pueden creer, porque vienen de él. 

Rendón dijo que las distancias comenzaron a nacer con el alcalde, debido a que él expresó su voluntad de hacer respetar la autonomía de EPM y de sus decisiones, amparadas en el Convenio Marco de Gobierno Corporativo y a rechazarle hojas de vida.  

Es más, dijo que los vicepresidentes Daniel Arango Angel y Darío Amat fueron impuestos, y manifestó que a raíz de estas decisiones suyas el alcalde Quintero envió a EPM a su secretaria privada María Camila Villamizar, quien inició una toma hostil en la empresa.   

Rendón formuló duras acusaciones en contra de María Camila Villamizar, secretaria privada del alcalde Quintero. Según el saliente ejecutivo, la funcionaria llevaba a cabo una “toma hostil” de la empresa. De acuerdo con el exgerente de EPM, el detonante de su despido fue hacer una advertencia sobre la funcionaria, de la que dijo “formó un cogobierno en EPM”.  

“Ella aprovechó que el alcalde la llevaba a todas las juntas. Después le pidió a la junta directiva que le permitiera ser parte de los comités y con ella llegaban los secretarios de despacho y eso está prohibido en las normas de derecho corporativo. Después les daba órdenes a los vicepresidentes o a ordenar investigaciones puntuales”, denunció Rendón.  

La secretaria privada de Quintero, de acuerdo con Rendón, mandaba hojas de vida y presionaba nombramientos.  

Recordó que “el alcalde, el 14 de enero, me pidió la renuncia, una decisión que me pareció un poco inquietante”, declaró. Y que le notificó que buscaba una persona que le “llevara más la idea”.  

“Yo creo que el alcalde todavía asimila EPM como una secretaría de Despacho”, agregó.  

Según Rendón, en el pedido de su salida, Quintero le habló de opciones como “vacaciones sin retorno” o “una licencia” si no renunciaba.  

“Todo el tiempo estaba forzando y en la reunión del 26 me dijo: ‘Hoy salgo con la renuncia suya’”, narró.  

 “El alcalde no ha entendido que EPM no es una secretaría de Despacho”, dijo Álvaro Guillermo Rendón, quien además señaló que la Secretaría Privada del alcalde, María Camila Villamizar, protagonizó una toma hostil, al punto de ingresar a su despacho a exigirle la renuncia a cargo.   

Dice que María Camila Villamizar formó una triangulación con Daniel Arango Angel y Darío Amat, y manejaban todo y se comunicaban directamente con el alcalde, por encima de mí. “Yo no me podía soportar más esto”, sostiene.  

Denunció que pese a que “apeló al Convenio Marco de EPM-Alcaldía de Medellín, y buscó dar las explicaciones en la Junta Directiva, se encontró con una junta hostil, nada fácil y lo que llevó a que se diera la renuncia, y que posteriormente se convirtió en destitución”.  

“El alcalde no es amigo de la conciliación”, afirma contundentemente Rendón quien además explicó que ese es prácticamente el detonante: La firma de la extensión de los contratos con los Contratistas y el desarrollo de la conciliación”. Señala que Quintero lo que quería era la demanda directa y no dar tregua, sin siquiera analizar el impacto que se tiene con inversores y firmas calificadoras y demás.  

“A Daniel Quintero siempre lo conocí como amigo, pero no en relación de trabajo” y recordó que ante cada llamada de presión que hacía el alcalde, le renunciaba. “Fueron múltiples las renuncias telefónicas” a la vez que manifestó que el alcalde le hacía la vida imposible.  

“Quintero puso en peligro a EPM por la intromisión”, dijo Rendón al recordar que en varias oportunidades intentó imponer contratos, puestos burocráticos y órdenes por encima de la autonomía que tiene EPM y cómo manipula a la Junta Directiva para que se cumplan sus deseos.  

“Yo he defendido a EPM”. Esto lo dice cuando manifiesta que en varias oportunidades debió enfrentarse a María Camila Villamizar, cuando él daba órdenes y ella daba contra órdenes. Explicó en la W que Daniel Arango, Darío Amar entre otros vicepresidentes de la entidad, fueron nombrados a dedo sin respetar la autonomía de EPM.  

El exgerente dijo que el alcalde debe reconciliarse con la ciudad, los empresarios y otras áreas de la sociedad, pues uno no puede cazar tantas peleas juntas porque puede terminar afectado”

En esta frase el exGerente de EPM se resume el mejor concejo para el alcalde. Eso sí, pero primero que todo, que sea transparente en sus acciones.