7 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Un sospechoso alargue

Por Nicodemo

Para entender el manejo que le ha dado el señor presidente Iván Duque a la crisis, es necesario poner a Colombia como un gran escenario donde el presidente no es un estadista ni un gobernante serio, sino un millennial de 44 años que se cree un rockstar, un showman sobre el que los reflectores se deleitan y al mejor estilo de Hollywood pretende salir como un héroe vitoreado por toda la nación, pero si no se puede, por lo menos exaltado por sus subalternos, los enmermelados medios de comunicación y uno que otro alcalde que para animarlo le twittea “bien hecho presidente”.

Nuestro mandatario cree que está jugando un partido de fútbol y así habla y así actúa. El piensa que él es jugador estrella que va a hacer el gol definitivo para ganarle al peligroso covid-19.

Es por eso que contrató a un presentador de fútbol, el señor William Vinasco “che” para que narrara el supuesto partido de Colombia contra el covid-19.

En la misma tónica futbolera el doctor Carlos Álvarez, coordinador para Colombia de la desprestigiada OMS, narró la situación con estas palabras que pasarán a la historia, no por sabias y con valor humanitario, sino por irresponsables e irrespetuosas: “Estamos jugando un partido contra un rival difícil y estamos en los primeros 10 minutos, ahora vamos ganado…hay que cambiar la táctica, pero, dejando en claro que el partido acaba cuando se terminan los noventa minutos”. Ahí empató con el presidente y se nota que para ellos esto es un juego.

Ante este escenario, no se me ocurre cómo les manifestaron el pesar a las familias de los 196 fallecidos.

Me imagino que les dirían algo así como que fueron expulsaos del partido o no sé qué barbaridad se les podría ocurrir.

Le pediría al señor presidente que pusiera a narrar a William Vinasco o al doctor Álvarez la masacre laboral, el cierre de miles de empresas y la pobreza que está generando esta tragedia a la que ellos tratan como un partido de fútbol.

Hoy recuerdo la vergüenza de patria que nos hizo pasar Duque en el estadio Santiago Bernabéu cuando Butragueño le dijo: “nada, la cabeza yo la utilizo para pensar”. De seguro que a hoy podemos decir que esas fueron palabras premonitorias.

Iván Duque, el otrora becado del filántropo George Soros, quien es el padre de su malograda economía naranja, Iván Duque, el que dijo Uribe, Duque al que trece millones de colombianos le confiaron su voto con la esperanza de un mejor país, libre de corrupción y de cultivos ilícitos, ese mismo Iván Duque será recordado por haber paralizado al país, por llevar a la bancarrota a muchas empresas, por llenar de miedo a la población y por mentirle al país en uno de sus momentos más difíciles de su historia.

Está haciendo todos los méritos para pasar a la historia como el peor presidente que hayamos tenido. No solo le está mintiendo al país asegurando que está haciendo lo correcto para enfrentar el covid-19, sino que le mintió al país cuando dijo que el confinamiento era hasta el 13 de abril, le mintió cuando dijo que era hasta el 27 de abril, y esperemos que no vuelva a mentir el próximo 11 de mayo.

Las justificaciones para este alargue son peores que las mentiras sobre la situación. Dice con gran cinismo que con el objetivo de reactivar la economía, extendió el arresto al que nos tiene sometidos, que va a habilitar el transporte al 35%.

¿Quién puede sobrevivir con el 35% de su operación? Es que ni siquiera da un alivio a las empresas transportadoras.

El precio de petróleo está con su nivel más bajo en 30 años y la gasolina no baja de precio.

En vez de darles la plata a los ciudadanos para reactivar la demanda, comete el absurdo de regalarles $9 billones los bancos, empresas inhumanas que como retribución subieron las tasas de interés.

La banca no ha sido solidaria, le ha faltado misericordia, ha sido indolente y mezquina con los colombianos en esta crisis.

Los resultados no le dan la razón al gobierno y quien los lean solo verán malas noticias. Hace un mes crecíamos a 50 contagiados nuevos al día. Hoy se han cuadruplicado, y crecemos a 180. Hace un mes moría una persona diariamente a cargo del covid-19, hoy mueren nueve. El 13 de abril había 2.852 casos reportados y 112 muertos, hoy son 4.146 y 196. Eso quiere decir que hay un 45% más de infectado y un 75% más de muertos.

Así las cosas, cómo creer que vamos ganado. A esto súmele que para dentro de veinte días, cuando supuestamente se va a comenzar a levantar el encierro, si se mantiene la actual tendencia, debemos haber superado los 8.000 contagiados y los 410 fallecidos.

Cabe preguntar, ¿por qué se debería levantar el encierro a un país, si las condiciones están peor que cuando lo ordenaron? ¿O será acaso que sabiendo de antemano esta tendencia, en unos días va a decir que nos portamos mal y merecemos otro mes de castigo?

Es de suponer que los expertos que asesoran al presidente ya le hicieron estas cuentas

Entonces, ¿por qué la terquedad de Duque a seguir con la misma táctica si va perdiendo el partido? ¿Será acaso que así se siente más cómodo? No hay marchas, no hay paros, sube en las encuestas, todos los días sale en su propio programa de televisión similar al de su colega Nicolás Maduro. Está sentado encima de la constitución, gasta a manos llenas sin vigilancia, tiene un congreso adormecido que le alcahuetea, nadie le pide explicaciones y lo mejor, cree que lo está haciendo bien.

No vamos por buen camino, no se está aplanado nada, está entrando el desespero, ya hay datos de suicidios por el encierro, la policía está abusando, los alcaldes toman medidas absurdas como el alcalde de Medellín que se ensañó con los humildes comerciantes de la Plaza Minorista y cerró esta fuente de abastecimiento de muchos tenderos en la ciudad y de personas de los estratos más bajos, mientras él gasta millones paseando en helicóptero.

Las cifras no muestran mejoría y como al parecer Duque entiende mejor si se les habla en términos futboleros, se puede decir que el partido en los diez primeros minutos lo vamos perdiendo 1-0 igual que en aquel partido del año 2000 entre Brasil y Colombia que termino a los noventa minutos con goleada histórica de 9-0.

Es por todo esto que me parece que este es un sospechoso alargue.