3 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Sobre un pacto histórico 

Dario Ruiz

Por Darío Ruiz Gómez 

Por fin hemos conocido los nombres del Politburó del presidente Petro; al menos a mí me dejó satisfecho que la ciudadanía pueda reconocer los rostros y las hojas de vida de los(as) representantes no del pueblo sino del populismo que vivimos. 

Todos(as) conocidos suficientemente por su reconocida participación en la lucha “revolucionaria” que si hace décadas diferenciaba en sus  idearios a las Farc – y su línea soviética- del ELN y su línea cubana hoy los sobrevivientes del M19 que en sus inicios defendieron un populismo contrario al marxismo, al maoísmo, y fueron una guerrilla anti comunista instalada en la retórica del peronismo, del indigenismo boliviano de los cuales al final solo ha quedado una burocracia aburguesada y unas bases populares engañadas que ya que bajo la suprema irracionalidad de la lucha armada – en que terminaron por asesinarse entre ellos mismos- no  les ha quedado tiempo de  redactar lo que es lo más urgente: su Corpus Político que hiciera claridad sobre sus razones para un “cambio social”. Tarea de sus filósofos y teóricos que serviría para que quienes estamos en la oposición nos pudiéramos guiar en algo que es definitorio en una ideología política en el poder: la puesta mediante la praxis de conceptos como Planeación, Economías regionales, rescate del campo, vivienda, educación.

La presencia en el primer Gabinete de Gobierno de un representante de la alta burocracia internacional, de un alocado pensador de la nueva clase media terminó en algo tan desastroso como mezclar aceite con agua, dadas además las enormes diferencias políticas con el resto del Gabinete compuesto de desconocidas ministras(os) de origen sindicalista, mediocres profesionales o sea un verdadero sancocho en el cual lo esperado ha sido una dañina improvisación.

El resultado de este sancocho ha sido catastrófico para la nación, pero también para un electorado de universitarios, profesores, sindicalistas, educadores, pijos progres bogotanos que al votar religiosamente por Petro llegaron a presentir en sus corazones el comienzo de una revolución que les dispensaría de continuar insistiendo en los significados de los saberes ancestrales ante Kant.

De lo que no se dieron cuenta es que ya estaban en el poder y que en dos años la praxis política les está mostrando que no estaban preparados para convertir en conquistas los clichés dogmáticos que construyeron durante las tediosas resacas que seguían a las perennes jornadas “del pensamiento”.  

La decisión entre Partidos contrarios de sellar  un acuerdo de paz  para poner fin con una violenta conflagración entre hermanos no es lo mismo que crear un frankesteniano partido compuesto por comunistas, comunes, grupos étnicos, intelectuales, científicos, investigadores que emocional y no racionalmente votaron por Petro a la espera de que se iniciara la aurora de una nueva historia 

¿Pero cuál aporte están haciendo quienes deberían ser el cuerpo teórico del Presidente Petro? Esto porque sin darse cuenta pueden terminar por identificarse con Diosdado Cabello, con el Fiscal del Terror, Tarek William Saab.

Nombrar a Alexánder López un político ignorante como Director de Planeación Nacional es la corroboración de que los emocionalismos han primado sobre la razón y que como en todo totalitarismo cualquier militante  puede ser nombrado, tal como ya está sucediendo, en tareas específicas que desconoce.

Hemos entrado pues en el triunfo de la mediocridad sobre la meritocracia.