1 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Se sigue frenando la generación de empleo

Por Javier Hoyos Arboleda (foto)

La generación de puestos de trabajo se sigue desacelerando como se observa en la gráfica. A pesar de que el empleo aumentó 2,5% en febrero de 2023, una de las cifras más bajas después de la pandemia, la tasa de desempleo total país bajó del 12,9% al 11,4%, entre febrero 2022/2023, ya que la oferta laboral entre dichos periodos, apenas creció el 0,7%.

El empleo femenino sigue creciendo a un ritmo superior que el de los hombres, 3,3% vs 2,1%. La tasa de desempleo de las mujeres bajó del 16,5% al 15%, y la de los hombres, del 10,3% al 8,6%.

También registró mejoría la tasa de desempleo de los jóvenes (15 a 28 años): para el periodo diciembre/22-febrero/23 fue del 18,7% vs 21,1% de hace un año.

En las 13 principales ciudades, la tasa de desempleo disminuyó del 12,7% en febrero de 2022 al 11,5% en febrero de 2023, por situaciones similares a lo que ocurrió en el país. El empleo creció 2,2% y la oferta laboral, 0,8%.

Los empresarios están a la expectativa de qué sucederá con la reforma laboral del gobierno, frente a la cual temen una caída del empleo y un desestímulo al empleo formal por parte de pequeñas y medianas empresas. Se requiere, por tanto, de mejores estímulos para lograr un aumento real del empleo.

En dicha reforma se mejorarían las condiciones de los trabajadores actualmente vinculados, pero no se propone ningún camino para disminuir la informalidad que supera el 57%, ni para generar nuevos empleos.

En efecto, se incrementarían los costos laborales: salarios más altos, licencia de paternidad a 12 semanas, recargo horarios nocturnos y festivos, extensión de convenciones colectivas a empleados de contratistas, mayor participación de los sindicatos, nuevos fueros, los contratistas y profesionales independientes tendrían serias dificultades para desarrollar sus actividades, etc.  

No se tiene en cuenta que se viene desacelerando la generación de empleo y la difícil situación económica del país con una inflación que no cede, una alta devaluación y exageradas tasas de interés; tampoco tiene en cuenta los efectos sobre los salarios de la pasada reforma tributaria, que afectaron el ingreso disponible y cuya totalidad de disposiciones entraría a aplicarse en julio de este año; ni los devastadores efectos de la paralización comercial e industrial durante la pandemia y de la cual apenas nos estamos levantando.

Por ello, creemos que la productividad y la industrialización no se obtendrían con un proyecto como éste que, al contrario de lo que pretende y de lo que afirma el gobierno, puede generar mayor desempleo e informalidad. (Cuadro economía).

Es vital que el Congreso asuma su función plena de legislar en favor de todos los colombianos y no solo en beneficio de los que ya tienen empleo. (Lea boletín económico).