26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Respuesta a Guillermo Mejía: El proceloso mar de la política

Por Julio Enrique González Villa 

No me queda ninguna duda que el Partido Liberal en pleno está tirándole cobijas o salvavidas a Daniel Quintero Calle. Recordemos que, bajo el gobierno de Santos, Quintero Calle fue viceministro de las TIC en 2017. En 2018 acompañó a Humberto De La Calle en su campaña presidencial. Y esas son las razones por las cuales el partido liberal: Gaviria, Vargas Lleras, Luis Pérez Gutiérrez, y el llamado grupo de la Universidad de Medellín: Iván Darío Agudelo, Julian Bedoya, además de Oscar Hurtado son sus respaldos. Y por esa razón uno de aquellos tradicionales y anquilosados jefes liberales reaparece respaldándolo con su artículo “El Proceloso Mar de la Revocatoria”. Hablo de Guillermo Mejía Mejía. Mejía Mejía es de esos liberales que nunca entendió la Constitución de 1991, y permaneció anquilosado en los barnices que hicieron las reformas constitucionales de 1936, 1945 y 1968 a la Constitución de 1886. Dice Mejía que hay muchos escollos, que yo no llamo escollos, sino etapas, peldaños que hay que subir para llegar arriba, esto es a la revocatoria de Daniel Quintero Calle. Estoy de acuerdo con Mejía que no es un camino llano y fácil, entre otras cosas porque la ciudadanía, en ejercicio de su derecho fundamental a ejercer la democracia participativa, se enfrenta a un camaleón que ha pasado, como un arco iris por todos los partidos y movimientos: azul del conservador, rojo del Tomate, verde de su hermano Miguel, rojo de Santos y el equipo de la Universidad de Medellín, hasta el “independiente” con el que engañó a Medellín. El primer escollo al que se refiere Mejía Mejía es que habrá una audiencia pública en que según Mejía “…solo se pueden circunscribir al incumplimiento del programa que inscribió ante RNEC al comenzar su campaña.”. ¡Falso! Las leyes 134 de 1994 y 1757 del 2015, además de las sentencias T 66 del 2015 y SU T 77 del 2018, advierten expresamente que son dos las causales para pedir la revocatoria de un Alcalde: una efectivamente es el incumplimiento del programa de gobierno, pero olvida irresposablemente el articulista que la otra causal es la insatisfacción ciudadana. Luego, Mejía Mejía comienza con sus adjetivos que ajusta a quien no está de acuerdo con sus equivocadas y malintencionadas opiniones: me califica de “intemperante”. Intemperante es aquel que no es equilibrado, calificativo que le cae como anillo al dedo a Mejía, pues habiendo dos claras causales en las que se puede hallar apoyo para pedir la revocatoria, pontifica que sólo existe una. ¡Eso es intemperancia! Después, Mejía me califica como de “mal perdedor”. Se le responde a Mejía Mejía que la revocatoria es mecanismo de participación ciudadana que permite al ciudadano que pierda o gane, revocar a su Alcalde, porque no se puede permitir que un “mentiroso”, como lo califican quienes votaron por él, traicione al electorado. La Consttiución insta al ciudadano a que participe, de manera que Mejía, el 2 excluyente, el que se dice “liberal”, no puede asignar el derecho a participar sólo a “los ganadores”. Y obviamente argumentamos con hechos concretos y objetivos por qué existe insatisfacción ciudadana: el desconocimiento del gobierno corporativo en EPM y en Ruta N; el nepotismo en la administración; el que se haya vendido como “independiente” cuando ha pasado como camaleón por todos los colores de la política; el fomento del odio de clases y el ataque al empresariado antioqueño. ¿Acaso no son hechos objetivos?. Y el medidor que pide Mejía se lo daremos, ¡pero en las urnas! Ahora, frente a la Resolución 4073 del 2020, le respondo que yo personalmente la he defendido porque he estudiado detenidamente la sentencia “peñalosa” (SU T 77 del 2018), y simplemente se le está dando cumplimiento a la misma. Y me siento muy a gusto con ser el vocero designado por el Comité Promotor de la Revocatoria para expicarle a la ciudadanía y al Alcalde los motivos por los cuales Medellín ha decidido revocarlo. Y vuelvo y le repito, no sólo es el incumplimento del plan de gobierno, también se puede alegar como causal la insatisfacción ciudadana, que a usted, Mejía, no le gusta, porque es evidente, pero está en la Ley. Afirma Mejía que hasta ahora sólo ha escuchado “bazofia”. Le pregunto: ¿Quién es el intemperante?. En los anexos que se presentaron a la Registraduría el pasado 4 de enero están explicadas adecuadamente las razones que iremos a explicar con altura en la audiencia pública que esperamos ansiosos. Las escuchará con altura y no con esos calificativos que usted usa y que empequeñece la defensa de Quintero Calle. Y tenga la seguridad que la recolección de firmas la haremos con toda la dignidad, entusiasmo y dedicación, porque es la ciudad gustosa la que saldrá y le aviso de una vez, ¡no tenemos financiación! Sólo ganas, y para Antioquia, ¡eso basta! Por último, quiero repetirle por donde empecé esta respuesta, este proceso de revocatoria está sentado en la convicción, en la inconformidad, en la insatisfacción de Medellín. Será la ciudad la que saldrá a la calle y ejercerá su derecho constitucional fundamental a la participación ciudadana, y usted y sus conmilitones, ¡habrán pasado a la página de atrás por no entender que la Constitución Política cambió! ¡El modelo es democracia participativa! ¡Y en consecuencia la ciudad de Medellín atravesará con valentía y llegará a puerto después de atravesar el proceloso mar de la política que usted está navegando sin el viento en popa que sí tiene la Revocatoria!