@eljodario
- Reseña del libro “Sabiduría” de Michel Onfray
Cada vez somos menos los que leemos libros impresos en papel. De todas maneras, somos muy pocos los que seguimos haciendo de la lectura, en kindel o en libro, un método de vida y de aprendizaje.
Aquí o allá, las ideas expresadas en el tradicional método de leerlas, todavía sobreviven y dan lugar a que algunos autores, en especial filósofos se pongan de moda. Eso sucede con el francés Michel Onfray, que pese a haber escrito ya más de 50 libros, apenas venimos a reconocerlo por estas latitudes y a deleitarnos con su habilidad para hacer filosofía comentando a los que ya la han hecho y, por consiguiente, elaborando frases e ideas que dejan pensando.
Onfray, ateo convincente, ha acudido a explicar y profundizar sobre el hedonismo como rebelión y como militante del nihilismo ha propuesto la batalla contra el conformismo y el dogmatismo. Obviamente, ha sido crítico del cristianismo y lo presenta como una teoría indefendibe. En su último libro que nos llega a nosotros, “Sabiduría”, utiliza la metodología de revisar las afirmaciones de los filósofos romanos para darnos una visión global de lo que ahora hacemos o pensamos.
En desarrollo de ese sistema inductivo, no vacila en afirmar que el suicidio no debe ser una locura ni obedecer a un capricho o a un momento de desánimo. Onfray, siguiendo el devenir de los romanos, considera que el suicidio debe ocurrir como fruto de una reflexión bien conducida y madurada en el tiempo. De la misma manera y sin perturbarse nos somete a sus lectores al cuestionamiento de si acaso el amor no sea el nombre que le damos al mecanismo de la libido. Y, como tal nos hace ver si hemos pensado que es el amor es el que domina o la libido la que arrasa en una relación. Como si eso fuera poco nos enfrenta, sin perturbarse también, con una afirmación tan cierta como discutible: vivimos en un mundo de ficciones y cuando la realidad desmiente nuestras ficciones, tenemos la tendencia nefasta a creer que nuestras ficciones son más verdaderas que la realidad. Por eso nadie puede negarse a la voluntad de dos sujetos que unen sus vidas porque están convencidos que amar es querer vivir, envejecer y morir con una persona. Y, mucho menos cuando aceptemos que amar es elegir los defectos de aquél con el cual nos comprometemos a vivir, porque es más fácil elegir sus cualidades, aunque sea ontológicamente vano.
“Sabiduria” es un libro que quizás solo entronque con el espíritu de la filosofía romana. Pero lo logra de tal manera que Onfray se ha puesto de moda.
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