@Areametropol
Para responder esta pregunta debemos contextualizar nuestra región en las condiciones climáticas y los cambios en las variables, temperatura, presión, humedad, meteorológicas a nivel local.
Aunque estamos en la primera temporada seca del año, los efectos de La Niña sobre nuestra región favorecen la convergencia de vientos, lo cual implica formación de nubes y aumento en la probabilidad de ocurrencia de precipitaciones.
El aumento en el porcentaje de nubosidad disminuye la radiación incidente, y es posible observar en la red meteorológica del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, operada por el proyecto SIATA, que los máximos de temperatura diurna en los últimos días no alcanzaron valores altos y al llegar las horas de la noche el enfriamiento es más rápido.
Además, la ocurrencia de lluvias y la evaporación en superficie ayudan al enfriamiento de nuestra atmósfera en la parte baja.
“Estamos registrando temperaturas de 15, 14, máximo de 18 grados centígrados.
Muy por debajo de lo que de manera normal se presenta en el territorio y adicionalmente, en la noche, cuando la atmósfera se enfría más rápido, lo que hace más susceptible que el habitante metropolitano identifique esa sensación de frío extremo”, afirmó la subdirectora Ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Diana María Montoya.
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