El año que comienza plantea muchas incertidumbres desde el punto de vista económico.
Afortunadamente el Congreso se ocupó de aprobar el presupuesto general de la nación, sin sacrificar las inversiones sociales, los programas de subsidios y también sin sacrificar la inversión pública. Por supuesto que faltarán más recursos para que se puedan llevar a feliz término muchos de los procesos. Hay una gran incertidumbre con la inversión de los recursos para la paz, porque realmente son de un altísimo nivel de gasto.
Gastos no financiados lamentablemente. Fue pródigo el gobierno anterior en compromisos y cicatero en dejar esos recursos. Los acuerdos de La Habana generaron una cantidad de nuevas instituciones, nuevos costos. Algunos calculan que son 150 billones en 10 años y creo que no están muy equivocados.
La Ley de Financiamiento, a pesar de tantas críticas, es una ley que comporta algunos visos de estructurabildad que van a dar competitividad a nuestro país, a los empresarios. (Lea la columna).
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