26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

¿Panamá Papers o Bancolombia Papers?

 

Procedente del Estado de Illinois. EE.UU., llegó al centro de radicación de documentación de BANCOLOMBIA, una extensa y sustentada petición suscrita por Ana María Díez Ramírez hija del finado industrial antioqueño Alfredo Díez Montoya, solicitando a esa entidad se le entregue cierta documentación referente a la adquisición de más de 54 millones de acciones de ese importante banco, las cuales fueron adquiridas en el año 2000 por su hijo mayor Alfredo José (fotos Panamá Papers), pero con recursos de propiedad del fallecido industrial.

El Reverbero de Juan Paz, que ha estado muy atento al desenlace de esta interminable novela relacionada con la herencia de Díez Montoya, conoció el contenido total de esa comunicación, con copia a la Superintendencia Financiera de Colombia, argumentando la hija menor del clan Díez Ramírez que sus abogados en los Estados Unidos lograron establecer que su hermano mayor, Alfredo José, nunca compró un paquete accionario que su padre poseía en la sociedad multinacional RAYOVAC (hoy Spectrum Barnads), dinero que aquél dice invirtió posteriormente en la compra de las acciones de BANCOLOMBIA, en el año 2000, a través de las sociedades panameñas Emmery Equity Corporation y Lorange Industrial Corporation, cuando el presidente del banco era justamente su consuegro Jorge Londoño Saldarriaga.

También conoció el Reverbero de Juan Paz, que la señora Ana María tiene firmes intenciones de dejar este delicado caso en manos de la justicia norteamericana, específicamente ante la Comisión de Valores (SEC) y ante una corte federal del Estado de La Florida, tomando en cuenta las claras contradicciones entre el contrato de compraventa de la compañía ROV LTD en 1999 y las declaraciones púbicas de Alfredo José, multimillonario asunto que seguirá las sendas del caso “RICO”, normativa federal que define una «empresa» como cualquier persona física, entidad comercial o asociación, la cual se ocupa de delitos federales y del procedimiento penal que obra en contra de cualquier violación de las leyes estatales, actos de soborno, la falsificación, fraude, obstrucción de la Justicia, lavado de dinero, fraude de valores, entre otros.

Por si fuera poco esto, actualmente cursa una investigación en la Dirección de Extinción de Dominio de la Fiscalía General de la Nación, donde los requeridos, BANCOLOMBIA, SUPERFINANCIERA y el mismo Alfredo José, deberán aportar las pruebas que permitan conocer inequívocamente el origen de recursos con los cuales el último de los mencionados adquirió el paquete accionario de la entidad bancaria, origen que nunca aportó al proceso penal que adelantaron fiscales de Medellín y cuyas providencias dejan mucho qué desear.

Así las cosas, la entidad BANCOLOMBIA se verá seriamente comprometida al dar una respuesta que no concuerde con la realidad, porque es consabido que las acciones de esa entidad se cotizan en la Bolsa de Nueva York y eso hace que el país del Tío Sam, pueda ejercer jurisdicción civil y criminal frente a la entidad bancaria y del mismo Alfredo José y Tatiana María, ambos fideicomisarios y albaceas del finado industrial en su testamento.