Los Susurros de Kico Becerra  

Por Francisco Becerra  

Cada vez que recorro más Colombia me cuestiono sobre, de dónde salió el infundio de que somos un País, estancado y sin desarrollo; donde voy veo gente pujante, luchadora, trabajadora y alegre, a pesar de la casi inexistente presencia de las autoridades que, están concentradas en las grandes ciudades.  

Esta semana fui al Bagre, Antioquia; con todas las prevenciones sobre la leyenda de terror que, sobre esa zona se tiene.  Encontré una población pujante, trabajadora, emprendedora, donde los carros se dejan abiertos y nunca se han robado violentamente un celular; con todos sus servicios públicos funcionando; su población de una amabilidad desbordada, mezcla caribeña con paisa.  

Invitado a conocer y compartir experiencias con sembradores de árboles de caucho, vi unas vitales plantaciones que, están certificadas con bonos de carbono, generan empleo y producen látex, para el aprovisionamiento de las empresas nacionales; en una zona de colinas, agreste, de tierras ácidas y pésimas vías terciarias.  

Sabemos que es una zona productora de oro de aluvión, donde se encuentra la minería legal y la informal; Mineros, empresa antioqueña, lleva más de 100 años en ese trabajo; cumple con todos los estándares internacionales de mitigacion de daños ambientales y sociales; premiada, muchas veces, por sus políticas socio ambientales.  

Tuve la oportunidad de conocer también la minería informal y de los esfuerzos por formalizarse; encontré la paradoja de muchos lugares: por falta de presencia del Estado, se han entronizado, los estados paralelos que, cobran por dejar trabajar. No es un solo estado paralelo, son 3 y hasta 4; «eso hace que nos sea imposible formalizarnos; no tendríamos con qué pagar al Estado Nacional».  No sobra informar que este tipo de minería no usa mercurio.  

Colombia tiene 70 mil hectáreas de caucho, sembradas en los últimos 20 años.  La tercer mayor área cauchera de América; los gobiernos apenas conocen esa realidad.  El actual no ha tenido tiempo de reunirse con estos forestadores que tienen listos para contratar, 9.000 nuevos empleos directos.  En el bajo Cauca hay una gran zona forestada con Caucho. Increíblemente invisible para los diferentes niveles del gobierno.  

Emocionante reunirse con asociaciones de caucheros, casi todas presididas por mujeres y conocer su lucha para mantener viva esta actividad agroindustrial desconocida por el país.  

Ñapa:  Sorprendente el desarrollo de Montería; una ciudad transformada en los últimos 20 años, con su desarrollo del malecón del río Sinú, centros comerciales y excelentes hoteles. Ni hablar de los restaurantes de comida árabe; compiten con los mejores del País.  Vale la pena visitar esta bella región y disfrutar de la amabilidad de su gente.  

Ñapita:  El ministro de Hacienda, Dr. Ocampo, se ha convertido en el bombero del gobierno; cada incinerante declaración del presidente y de las ministras de Minas y Salud, debe ser apagada por este mesurado funcionario.  Ni pensar en lo que pasará el día que se aburra y se vaya.  

Ñaputa:  Cuando una moneda se devalúa de manera muy distinta al promedio mundial, se debe por lo general, a causas internas, no externas.  Dólar más cercano a $ 5.000 que a $4.000, se debe a ese cambiante flujo de mensajes contradictorios del alto gobierno.  Pedir mesura es perder el tiempo, pero, hay que decirlo.