Los Susurros de Kico Becerra

Por Francisco Becerra (foto)

El Palacio de la Carrera, ahora Casa de Nariño, hoy es la presidencia de la república y la residencia de Petro.

Su reconstrucción y adecuación fue inaugurada en 1908, como sede del gobierno, por parte del General Reyes (no hace 50 años, como dijo Petro), en otra de sus consuetudinarias diarias mentiras.  Fue de la familia de Antonio Nariño, quien nació ahí en 1765.

Este histórico edificio quiere ser destruido por Petro, para hacer una casa humilde, como la que él tiene en Chía y Francia en el Valle del Cauca.

La razón de su demolición es que a Petro no le gusta por ser antiguo y quedar ahí su oficina, donde poco trabaja, pero la odia.  Su afán de demoler todo lo que existe es su mayor afición como gobernante; en eso se basa su prometido cambio.

Esperemos a ver cuándo comienza la destrucción de ese monumento nacional, admirado por propios y extraños para que, por fin, Petro sea recordado por haber hecho algo.  No pudo acabar con el Metro de Bogotá y tal vez sí logrará destruir ese magnífico edificio.

Ñapa: Fue llamado a Juicio Uribe por la Fiscalía; hecho que debió haberse realizado hace meses, cuando el juez desestimó el archivo del expediente pedido por la fiscalía de Babosa.  Habrá un juicio público el cual será trasmitido en vivo y en directo; será el gran show de final de este año.

Error de Uribe haber renunciado al fuero para ser Senador y no empujar su llamamiento a juicio, por un fiscal más afín a su causa.  Ahora le tocará demostrar su inocencia en condiciones más hostiles.  Males buscados, diría mi abuela Tulia.  Tanto cae el cántaro al agua hasta que por fin se rompe.

Ñapita: Que un Contralor haga una rueda de prensa con Fiscalía y toda la prensa, para dar publicidad a unos hallazgos preliminares, sin haber oído las explicaciones de los investigados, es una vergüenza pública.  Ya causó un daño irreparable y estoy seguro de que será demandado por los ofendidos.  Para quienes no son expertos:  La Contraloría visita una dependencia y, si encuentra fallas, le pide a la entidad que explique esos hechos.  Cuando se responde, la Contraloría puede iniciar un juicio fiscal; solo cuando termine el juicio fiscal se es responsable fiscal.

Es decir, los hallazgos preliminares no son más que indicios y pueden ser refutados.  Por ejemplo, la Contraloría no encontró un recibo y lo pide para saber dónde está; si se aporta, entonces no hay nada. Tantas ganas de pantalla con el tema de las EPS que, el contralorcito de bolsillo cometió semejante atropello a la presunción de inocencia. Tan grave fue su falta que un día después del tremendo error prevaricador, en un comunicado, dice que fueron solo unos hallazgos preliminares.

Que ganas de quedarse encargado y de congraciarse con el gobierno: descrédito total para ese personajillo sin vergüenza.

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