26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Los hijos del ejecutivo (2)

Guillermo Mejia Mejia

Por Guillermo Mejía Mejía (foto)   

EL HATO LA LIBERTAD

Al gobierno de Alfonso López Michelsen le correspondió otro escándalo de marca mayor cuando la revista “Tribuna Roja”, vocera del movimiento político Moir, cuando todavía era de izquierda, denunció el favorecimiento del ejecutivo en favor de los hijos del presidente en la compra de la hacienda “Hato La Libertad”, en las llanuras del Casanare y la posterior carretera construida, con recursos del  presupuesto nacional, que evidentemente beneficiaba el predio y que elevaron su valor a cifras impensables para la época.

Efectivamente se demostró que, el 4 de septiembre de 1.974, en la Notaría Sexta de Bogotá, se firmó la constitución de una sociedad comandita por acciones, cuyo objeto social era “el de la industria agrícola y ganadera en general”. Esta sociedad estaba compuesta por nueve socios de los cuales, cinco, son hijos y nueras del presidente López y reunían entre ellos el 61% de las acciones.

Esta joven sociedad, constituida en septiembre de 1.974, ya López posesionado de presidente, adquirió, el 22 de noviembre siguiente, la bobadita de 39.600 hectáreas en los llanos de Casanare en la suma de 5 millones de pesos de entonces.

Como se demostró en las investigaciones que realizó el fogoso exconcejal de Bogotá, Carlos Bula Camacho, militante del Moir para esa época, esta tierra y el ganado que se compró para surtir semejante extensión, se hizo con dineros de bancos oficiales después de la posesión del presidente y no cuando era candidato; los propietarios no eran 100 como afirmaba el presidente en su defensa, sino los 9 que figuraban en la escritura; la vía alterna al llano que se construyó después de la tragedia de Quebrada Blanca sí tocaba la hacienda y la valorizó enormemente y los decretos que se dictaron para aliviarle las cargas financieras y fiscales a los ganaderos del llano, después de ese enorme deslizamiento de tierra, también beneficiaron a los hijos de López y por último el desalojo de colonos, por la fuerza, también se comprobó.  

Lo anterior en cuanto a las denuncias del Moir, pero de otro lado, doña Berta Hernández, esposa del expresidente Ospina Pérez, en su columna El Tábano, del diario La República, también las emprendió con el mismo tema contra el gobierno lo que dio lugar a que el sector ospinista del conservatismo que participaba en la administración, como es de común ocurrencia en ese partido, se retirara del gobierno, dentro del cual militaba la primera mujer alcaldesa de Medellín, Sofía Medina de López, quien debió renunciar al cargo.

En el informe al Congreso, en marzo de 1.977, López afirmaba textualmente, según lo cita la misma revista del Moir.

“Atacar a los presidentes a través de sus hijos es una práctica tradicional en la política colombiana…”

López terminó sin angustias su mandato y las aguas volvieron a la normalidad.

UN HERMANO INCÓMODO

Un presidente libre de toda sospecha fue Virgilio Barco Vargas, pero a él siempre lo incomodaron las sospechas y comentarios que se tejieron sobre su hermano Jorge, quien fue director de la Aeronáutica Civil en el gobierno de Misael Pastrana Borrero y gerente de la aerolínea Aerocondor, venida a menos en circunstancias no muy claras, pues varios de sus propietarios fueron reconocidos como narcotraficantes por el Consejo Nacional de Estupefacientes. Uno de ellos tuvo la capacidad económica para comprarle una mansión en EEUU, de contado, al expresidente Richard Nixon, quien fue quien inició la lucha contra las drogas a nivel mundial. Que se sepa a Nixon lo investigaron y condenaron por el escándalo de Watergate, pero nunca por el origen del dinero con el que le compraron su palacete. Estos fueron motivos más que suficientes para que la policía española y la DEA tuvieran a Jorge en la mira.

Y siguen más familiares incómodos para los presidentes de Colombia. Por favor esperen la tercera entrega.

Ahh… se me olvidaba. Los casos no son exclusivos de Colombia. No es sino mirar los escándalos de los reinos de España, Inglaterra y Holanda y los parientes de los presidentes de los EEUU. Falta mucha tela por cortar.