5 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Largo y ancho: Huir

Por Rubén Darío Barrientos G. (foto)

rdbarrientos@une.net.co

Huir (¡maldinga sea!), es un verbo intransitivo que tiene dos acepciones: alejarse precipitadamente de un lugar o de una persona, por temor o para evitar un daño o un peligro, y marcharse del lugar en que se está. Como anillo al dedo, cae esta nefanda palabra para los migrantes venezolanos. Es que Venezuela se ha convertido en un país que huye. Todo un drama. Muchísimos habitantes han dejado una vida, unos lazos y unos recuerdos: es que a la gente se le acaban las razones para quedarse. Trabajo, agua, comida y medicamentos, una ilusión después de abandonarlo todo.

Pero el patán de Nicolás Maduro, en el Congreso de Juventudes Revolucionarias –de hace un mes–, afirmó que “los migrantes se van engañados y mínimo llevan USD$ 5000 en sus bolsillos, bajo informaciones falsas sobre el éxodo masivo de su pueblo. Lo que se quiere es buscar un golpe de estado o una invasión imperialista”. Ante la ONU, el Maduro negó la crisis migratoria y dijo que era un invento mediático. Desde la verdad verdadera, se asegura en el vecino país que en Venezuela emigran diariamente 1.500 personas, lo que representa un éxodo Record Guinness.

Ya el Banco Mundial pidió ayuda para Colombia, ante esta desgracia. Toda una emergencia y una prioridad humanitaria. Nuestro país, ha recibido la friolera de más de 1.200.000 migrantes (el 30% de los que han tenido la valentía de huir de la crisis). Perú, 420.000; Estados Unidos, 390.000; Chile, 250.000; España, 230.000; Ecuador, 180.000 y Brasil, 60.000, entre otros datos. Los analistas internacionales, hablan de la diáspora venezolana. Toda la razón. Es que su significado encierra la dispersión de un pueblo o de una comunidad humana, refiriéndose puntualmente a los judíos después de la destrucción del reino de Israel. (Lea la columna).