6 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

La Universidad Nacional: ¿Un barco a la deriva?

El balance de la rectora Dolly Montoya (foto), al mando de la Universidad Nacional de Colombia, es realmente insípido, según comentan algunas personas cercanas al centro docente.

Nombrada por el presidente Santos después de ser la opción menos votada en la consulta interna, la rectora Dolly ha fungido más como una representante sindical que como una verdadera rectora, dicen algunos docentes calificados.

En los corrillos del edificio rectoral, el Uriel Gutiérrez, se respira un aire de desconcierto e incertidumbre por la falta de liderazgo y el bajo nivel de mando que transmite la rectora Montoya. Su inseguridad se manifiesta en las reuniones del Consejo Académico que han sido acaparadas por los representantes profesoral y estudiantil, ante la pasividad de los directivos que la acompañan.

El Consejo Académico se convirtió en un espacio para las escaramuzas entre los miembros de su equipo de trabajo, que ante la falta de liderazgo están pujando por el poder.

El Reverbero de Juan Paz escuchó una conversación entre decanos en la sala VIP de Avianca del aeropuerto El Dorado, en la cual se evidenciaron algunas de las peleas internas:

  • Caso 1. Como ya lo había contado el Reverbero de Juan Paz, durante el primer Consejo Académico que presidió la rectora, los decanos salientes se retiraron en bloque, después de haber acordado tal acción mediante un grupo Whatsapp, dejando la sesión sin el quorum requerido para deliberar. La rectora se hizo la de la vista gorda y dio por terminado el Consejo.

  • Caso 2. El decano de la Facultad de Ciencias de la sede de Bogotá, Jairo Alexis Rodríguez, la Facultad más poderosa de la Universidad Nacional, con más de 500 profesores de planta, se negó a participar en la convocatoria de proyectos de investigación presentada por la Vicerrectoría de Investigación. El decano le dijo en la cara al vicerrector, Francisco José Román, en pleno Consejo Académico: “como usted no me consultó, yo no autorizo que mi Facultad participe en esa convocatoria”. La rectora se tragó ese sapo y pasó a otros temas en el Consejo.

  • Caso 3. La Vicerrectora Académica, Mónica Reinartz, se enfrentó a la Secretaria General, Carmen Alicia Cardozo, durante un Consejo Académico del mes de octubre, por la visión hacia el proyecto de sedes de frontera. La Secretaria General regañó en público a la Vicerrectora Mónica, evidenciando una lucha entre dos mujeres en el poder. Al terminar el Consejo, la profesora Cardozo le pidió a Dolly la cabeza de la vicerrectora. La rectora privilegió su amistad con la Secretaria General y descabezó a la profesora Mónica.

  • Caso 4. En el Consejo Académico se presentó otro “Rifi rafe” público entre el vicerrector de Medellín y la directora de la Sede de San Andrés. Al término de la discusión, y en ausencia del vicerrector, la directora de San Andrés expresó abiertamente, dirigiéndose a la rectora: “Ese vicerrector no conoce la Universidad.” La rectora se hizo la desentendida, ante la sorpresa de los asistentes.

    Los decanos en la sala VIP comentaban que el Consejo Académico perdió su seriedad y señorío que construyó durante décadas a través de varios períodos rectorales. Uno de los decanos dijo que el Consejo parece una asamblea, donde los argumentos políticos superan a los académicos.

    En los grupos Whatsapp de las diferentes corrientes universitarias el tema común es evidente: La Universidad Nacional no tiene norte y es como un barco a la deriva.