26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

“La toga está herida” 

Adriana Cardona Lopez

Por Adriana M. Cardona L. 

Símbolo Romano por excelencia. Dicen los que saben que es una prenda de prestigio y carácter; sirve para identificar el cargo público.  

Hoy vemos cómo está distinguida prenda, es portada de una manera libertina y su origen ha sido en mancillado.  

A medida que la sociedad se va deteriorando, la calidad de la toga pierde sus bondades.   

Colombia es un País donde los odios políticos se entre mezclan con las verdades personales; no permiten aflorar la sabiduría; pues miden su poder. Nos encontramos en un sistema judicial inseguro; donde la administración de justicia perdió su dignidad, recato y compostura; donde les dificulta ser decentes y que no saben que es el honor y prestigio.  

Los adversarios se mueven y llevan los recursos públicos hasta las manos de quien porta la toga; lo hacen sin recato alguno y mientras tanto en el Congreso se diseñan leyes que permiten manchar la toga. Y algunos que la portan con dignidad; no les queda sino la penosa tarea de cumplir esa clase de Leyes.  

Salvamento de voto aflora y advierten la verdadera intención de la toga.   

La toga perdió elogios y admiración; tendremos que hacer un rito de purificación para que recupere su alma.   

Apaguemos la luz y entremos en puntillas a los despachos judiciales y encontraremos que los fallos se les caen de las manos. 

De una gaveta sacaremos la cabeza del doctor Luis Alfredo Ramos Botero y que fué ex-senador, ex –gobernador de Antioquia, exalcalde de Medellín y que está atrapado en una toga; y prueba de esto son las palabras manifestadas por el Magistrado Jorge Emilio Caldas Vera. “con toda firmeza y convicción que en la labor de administrar justicia debe prevalecer el juicio razonable”. Y que está es la prueba reina que la toga perdió sus hijos, elogios y admiración. El debido proceso fue violado y goza de nulidad lo actuado.  

Encenderemos la luz en un despacho Judicial que bajo la sana crítica y la lógica jurídica aflore la Justicia. Y así al Estado y la sociedad se le devuelva el respeto, la igualdad y la libertad que están atrapadas en una toga.