7 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

La Reforma Laboral y el pánico a crear empleo

@AlvaroUribeVel @CeDemocratico

Por Alvaro Uribe Vélez (foto)

A Colombia le ha faltado una trayectoria estable de crecimiento económico, generación de empleo de calidad y profundización social.

Haber creado 8 millones de puestos de trabajo entre 2002 y 2023 no es mucho, y se agrava el panorama con la informalidad. Pero tendríamos que preguntar qué habría pasado sin los Fondos de Cesantía y sin el ajuste de los horarios.

Además, la legislación laboral colombiana de hoy es menos determinante en el empleo que los impuestos y la violencia. El viejo sistema de retroactividad de cesantía llevó a muchas empresas a la desaparición y sus trabajadores perdieron ese ingreso.

Los Fondos de Cesantía han traído más cumplimiento por parte de los empleadores y seguridad para los trabajadores. Sin el ajuste de horarios de 2002, que acompañó a la Seguridad Democrática y a los estímulos tributarios, habría sido imposible la creación de los empleos en tiendas de cadena, restaurantes, hoteles, hospitales, supermercados, etc.

No se puede olvidar que la misma ley 50, que creó los Fondos de Cesantía, elevó a delito la violación de la libertad sindical y aumentó la tabla de indemnización por despido injusto.

Hoy no se entiende por qué quieren hacer más gravoso el despido, lo que equivale a obstaculizar el empleo. Imponer la negociación colectiva por industria desconoce que en un mismo ramo de actividad pueden existir diferencias sustanciales entre empresas, costos, regiones, etc.

El ajuste de horarios de la ley 789 de 2002 estuvo acompañado con la creación del Fondo Emprender y la cuota de aprendizaje, pagada por los empresarios.

Esta ley facilitó el Contrato de Aprendizaje, sin embargo, el país no ha creado suficiente cantidad de puestos de aprendizaje y la propuesta de regirlo enteramente por las leyes laborales desmotivará su aplicación.

La rigidez laboral propuesta debe mirarse en los espejos de Argentina y de Venezuela. Argentina, que fue ejemplo de formalización, ha llegado al punto de no generar empleos formales y avanza la propuesta política de eliminar muchas normas laborales.

Con la reforma Chávez en Venezuela se dejó de crear empleo, al punto que es un país distinguido porque apenas trabaja un 34% de la población, y eso que con 6 millones de personas salidas al exterior.

Hoy muchos empresarios y trabajadores venezolanos se acomodan a trabajar sin cumplir las normas. No se entiende que cuando aparece una fuente de empleo importante como las plataformas, Rappi, se les quiera asfixiar con rigideces laborales.

Nosotros en cambio llevamos tres años proponiendo que haya seguridad social para sus colaboradores pero que no las marchiten. Creemos en una economía fraterna, sin odio de clases.

Hemos insistido en menos impuestos para los empleadores y mejor remuneración y calidad de vida para los trabajadores. Cuando el Gobierno Duque bajó los impuestos, de inmediato propusimos la prima adicional y la reducción de la jornada de trabajo.

La prima adicional, no aprobada, que habría podido entrar gradualmente, implicaba mejor remuneración sin aumentar la base de liquidación de prestaciones y sin variar las normas de contratación y de terminación del contrato de trabajo.

La jornada de trabajo, que empieza a reducirse este año, necesitará un esfuerzo compensatorio en productividad. No olvidemos que Colombia, en la OCDE, tiene el menor tiempo para la familia y para la diversión.

Por favor no eliminen el Contrato Sindical, es fuente de mejoramiento empresarial y de los trabajadores. Mediante esta figura la empresa contrata muchas actividades con la organización de los trabajadores y todos ganan.

A Colombia le ha faltado una trayectoria estable de crecimiento económico, generación de empleo de calidad y profundización social.

Video de Alvaro Uribe Vélez.

Hay manera de hacer justicia en favor de los trabajadores sin apelar a normas que espantan el empleo y que sólo son aplicables en enormes empresas transnacionales, que además no las necesitan porque las obtienen a través de las convenciones.