2 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

La mejor vacuna es la voluntad… de cambiar como sociedad

Por Susana Escobar 

Por estos días he estado escuchándome con atención y teniendo en cuenta la situación por la que pasamos como humanidad, he reafirmado muchos de mis pensamientos acerca de nuestra especie:

No somos superiores a los animales y más evolucionados, tampoco. Por algo la madre tierra solo está limpiándose de nosotros y no de ellos.

El cerebro pareciera el mismo de la época de las cavernas. Que estemos en esta situación no es casualidad, la tierra se está sanando de nosotros, reclamando su espacio y lugar de jerarquía.

De nada sirve una vacuna si como sociedad no decidimos cambiar nuestra forma de habitarla, de convivir con ella.

Para eso la única vacuna es la voluntad, abrir la mente y cambiar el chip. Atacar las consecuencias sin la causa es como no hacer nada.

¿De qué sirve  el dinero si no puedes respirar un aire puro? Si no puedes reunirte con toda tu familia, si el disfrutar la vida se ha reducido a calcular 20 minutos o 1 kilómetro.

¿De qué sirve la plata cuando hay personas que están conviviendo con su ansiedad, torturándolas a diario y el doble desde que esto comenzó? O cuando hay otras con depresión, intentando no ceder ante ella y tocar fondo.

¿La plata compensa eso? No. ¿Las multinacionales que explotan la tierra sin pudor, sin límites, están haciéndose cargo? No. ¿Los gobernantes que lo permiten piensan cambiar el chip? No. Solo piensan en acumular riqueza como si se la fueran a llevar cuando mueran. Vivir para el dinero es como vivir sin nada.

Luego de esto no creo que sea necesario otro llamado de la naturaleza a que nos unamos como sociedad al cambio: de paradigmas, de prácticas empresariales y de vida, de trato con la Pacha mama, es nuestra madre, estuvo primero que nosotros, solo somos sus huéspedes, muy cuestionables por cierto.

Si después de esto seguimos siendo la misma sociedad insensible y sin cerebro, podemos seguir vivos biológicamente, pero enfermos e interiormente estaremos muertos.