26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

La ira y el perdón

Jose Hilario Lopez
  • Por José Hilario López 

    La ira y el deseo de venganza contra quienes nos han infringido algún daño, real o supuesto, es una de las emociones que más perturban nuestra serenidad de ánimo y aún nuestra salud física. A nivel social estas dos emociones enferman el ser colectivo, a tal punto que impiden la construcción de la paz, tal como es el caso de nuestro país: “un país que se hizo a tiros”, donde el final de cada guerra civil era apenas el comienzo de la siguiente contienda. Sólo en el Siglo XIX el historiador Gonzalo España, en su libro “El país que se hizo a tiros” incluye diez confrontaciones, la última de las cuales fue la sangrienta guerra de Los Mil Días. Pero el Siglo XX no fue menos violento, continuando con las mismas confrontaciones entre liberales y conservadores, que a mediados del siglo degeneraron en la llamada violencia partidista, la que a su vez dio origen a la guerra de guerrillas y a su secuela el paramilitarismo, a las disidencias de las Farc asociadas a bandas de narcotraficantes:  la gran tragedia en medio de la cual seguimos hundiéndonos.  

    El Frente Nacional, surgido en los años cincuenta del siglo pasado para tratar de detener la guerra partidista, aunque limitó el surgimiento de nuevas fuerzas políticas diferentes a los dos partidos tradicionales logró la reconciliación entre los dos bandos antes irreconciliables, pero en su afán de excluir de la repartija del poder a los movimientos alternativos originó el surgimiento de la insurgencia guerrillera de las Farc, del Eln y del M-19. El gran avance hacia La Paz logrado con la desmovilización de las Farc mediante los Acuerdos de La Habana en el Gobierno del presidente Santos, enfrenta todavía muchos obstáculos por superar y muchos “enemigos agazapados” que quieren que la guerra continué. 

    En medio de esta confusión de lenguas y de la catástrofe del Coronavirus llega el libro de la gran filósofa norteamericana Martha Nussbaum titulado “La ira y el perdón. Resentimiento generosidad, justicia”, cuya primera edición data del 2014 y apenas se tradujo al Español en el 2018. Su lectura me ha cambiado muchas emociones que me han atormentado gran parte de la vida, en especial aquellos resentimientos que han frenado mi crecimiento espiritual, experiencia que quisiera compartir con mis escasos, pero fieles lectores. 

    La referida obra de Martha Nussbaum analiza filosóficamente una de las emociones humanas más perniciosas y contingentes: la ira. Desde la Antigüedad ésta ha sido objeto de grandes debates y para enriquecerlo Nussbaum busca mostrar la conexión entre la ira, la venganza y la justicia, concepto este ultimo mediante el cual la diosa Atenea introdujo instituciones jurídicas que le permitieron a la Polis reemplazar la cadena de venganzas heredadas, la gran tragedia que sufría la humanidad y que en apariencia carecía de un final. El libro comienza con una interpretación de La Orestíada de Esquilo, en la que resalta no sólo el peso de la razón, sino también la transformación de los sentimientos para alcanzar la justicia. La tesis principal es que la ira envuelve siempre un deseo de venganza, la Ley de Talión, que hay que superar, si se busca el anhelado dictum de la diosa Dike. De ese modo, la filósofa contrapuntea varias propuestas éticas que van desde el perdón cristiano, hasta ejemplos de empatía y generosidad de figuras emblemáticas como Mahatma Gandhi, Nelson Mandela y Martin Luther King. 

    Nussbaum empieza su libro preguntándose: ¿” Por qué alguien que ha sido herido gravemente vería con esperanza el momento de hacerle algo desagradable al infractor”? Hay dos respuestas a este interrogante: Algunos responderían que el deseo de venganza se justifica como si esto reparara el daño sufrido por la víctima, casi siempre relacionado con el estatus narcisista que todos llevamos dentro, mientas que el estoico Séneca sostiene que quien se eleva por encima de la injusticia es en verdad quien tiene un carácter noble. La tesis de Nussbaum va más allá cuando afirma que la clave está en buscar como prevenir las injusticias y no en la venganza, mediante una estrategia de prevención que incluya un plan de gran alcance para la prosperidad y el bienestar sociales, la disminución del hambre y la enfermedad, así como la inclusión de todos los ciudadanos, sin excluir la creación de un sistema de justicia penal.  

    Estrechamente relacionado con la ira está el concepto del perdón, que se puede definir como el proceso que se adelanta entre dos personas que incluye la moderación de la ira y un cese de los proyectos de venganza, en respuesta al cumplimiento de ciertas condiciones como el reconocimiento de quien es el culpable, el repudio de sus acciones y un verdadero arrepentimiento del agresor ante la persona afectada, entre otras acciones. Es lo que Nussbaum llama la ira y el perdón restaurativos. Concepto éste que conforma la estructura y fundamento de los Acuerdos de La Habana, en la búsqueda del camino hacia una paz duradera: Aceptación de la culpa por parte de los victimarios y petición del perdón a las victimas con la garantía de retribución y no repetición. Todo pareciera que la tesis de Martha Nussbaum coincide en el tiempo con la filosofía que inspiró a los negociadores que lograron los Acuerdos de La Habana.   

    POSDATAS 
  1. Ya se encuentra en las librerías mi libro “Hidroituango desafíos y enseñanzas”, recopilación de mi experiencia y seguimiento del proyecto desde su gestación hace cincuenta años hasta el presente, cuando EPM y sus contratistas se esfuerzan por recuperar y terminar la majestuosa obra de infraestructura. 
  2. El embargo de las cuentas bancarias que acaba de ordenar la Contraloría General de la República DE las cuentas bancarias de EPM, Conconcreto e Integral va a afectar la terminación de la primera etapa de Hidroituango, programada para 2022.  Esto es gravísimo para el país y para la supervivencia de los subcontratistas de EPM (Conconcreto e Integral).