9 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

La guaca de doña Carolina Ardila

Carlos Mario Restrepo

Por Carlos Mario Restrepo Tamayo 

La nómina de Nacional hoy en día está compuesta en su gran mayoría por jugadores libres en sus derechos deportivos, prestados y además, por jugadores de la cantera propios y de la señora Carolina Ardila y / o de su empresa «Elite Player».

Los técnicos tipo sastre (justo y a su medida) como Jhon Jairo Bodmer, son precisos para el modus operandi de Carolina Ardila y su empresa, ya que son totalmente complacientes y reciben órdenes sin ninguna resistencia ni oposición.

«INSINUACIONES» de ella para que los incluya en la nómina, como ocurrió el día del 5- 0 con el DIM, aprovechándose de ese partido de finales sin medir los riesgos deportivos y sin ningún recato ni amor por la institución y su camiseta. Impuso (INSINUO) utilizar en la nómina a sus propios jugadores para mostrárselos a unos empresarios de España que estaban presenciando este partido desde la tribuna… O eso fue lo que se comentó en los programas deportivos.

Estas decisiones a todas luces afectan la buena marcha de una institución, generando un conflicto de intereses entre la entidad y la hija del mayor accionista del equipo…

Y dicho de paso tampoco es un problema de poca monta el silencio complaciente o el «salario del miedo» con el que actúan sus actuales directivos, quienes en forma cínica siguen aferrados a sus cargos, sin reconocer la gran responsabilidad que les asiste en esta crisis sin precedentes, al mejor estilo de la frase en el nefasto gobierno de Samper, «AQUI ESTOY Y AQUI ME QUEDO».

Los directivos están muy orgullosos diciendo que, si bien los resultados deportivos no son buenos, los resultados administrativos sí los acompañan y supuestamente son buenos, según ellos porque le han disminuido las pérdidas acumuladas a la institución rebajando sueldos y compras onerosas de jugadores

La gestión de los directivos del Atlético Nacional debe ser integral. Ellos están llamados a proteger los intereses de la institución, su valor patrimonial su imagen y no pueden perder el norte de su objetivo principal que son los logros deportivos.

El patrimonio de una empresa no sólo está conformado por activos tangibles, en este caso por ejemplo sus jugadores y el centro de alto rendimiento, resultando muy preocupante la desvalorización de su plantilla de jugadores en cantidad y calidad.

Para determinar el valor intrínseco de una empresa se tiene que tener muy en cuenta, entre muchos otros factores, lo que llaman el Know Haw o el Good Will y este puede ser muy representativo en una negociación.

Con el actual manejo que se le está dando a Nacional su imagen internacional se ha deteriorado en una forma considerable, lo que está afectando patrimonialmente así sea en forma intangible la institución.

¿Cuánta plata está perdiendo Atlético Nacional asumiendo todos los costos operativos, dándole prelación a los jugadores de Carolina Ardila y/ o de su empresa “Élite Player”, sirviéndole de vitrina a sus intereses por encima de los intereses propios del equipo?

Un ejemplo de la vida real explica a las claras como es la costumbre en el reparto de utilidades dentro del mundo de la ganadería. El propietario de una finca recibe ganado de un inversionista y entre ellos se pacta que a la venta del ganado las utilidades se partan por mitades.

Esta costumbre comercial es muy frecuente a diario y resulta muy justa, ya que el propietario de la finca está poniendo su tierra, trabajadores, la sal en los potreros, vacunas, fumigaciones además de la imagen de su finca y sus ganados (Good Will), y el inversionista recibe el 50% de la utilidad por su aporte de capital.

En Nacional esto no ocurre… Ahí está el detalle y la mala administración del grupo de directivos está permitiendo que un inversionista externo, Carolina Ardila y/ o su empresa «Elite Player» venda sus jugadores engordados en la vitrina del Nacional sin asumir costos operativos y aprovechando en su beneficio el 100% la imagen del club.

En una empresa seria, los accionistas llamarían a cuentas a sus directivos por su falta de control y diligencia en su gestión y por su complicidad en ese desfalco simulado o disfrazado.

Los directivos son responsables por acción y por omisión en el ejercicio de su cargo incluso pueden llegar a ser responsables hasta con su propio peculio.

La cosa no es charlando. La práctica comercial por venta de jugadores que se ha impuesto últimamente en Nacional nunca le permite cubrir su déficit.

En esas ventas a Nacional le toca ver chupar paleta y a los directivos solo hacerse los locos o «silvar mal hombre» y la plata pasa por el frente de sus ojos para el bolsillo de Carolina Ardila o “Élite Player”.