3 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

La deriva reaccionaria de la izquierda

Dario Ruiz

Por Darío Ruiz Gómez 

Este titular no es mío sino de un importante texto de Félix Ovejero, el notable pensador español que comenté en su momento  donde a lo largo de una profunda revisión histórica de lo que supone la noción de democracia y de socialismo, llega a la conclusión, entre otras, de que los errores que han llevado a la llamada izquierda española hacia una deriva reaccionaria comenzó al olvidar aquel verso de La “Internacional”  que dice: “La razón en marcha” tal como se supone que el movimiento obrero marxista convertiría en praxis la cuestión agraria y la cuestión obrera, los nuevos pobres urbanos pero lo que  hicieron y siguen haciendo ha sido el caer en un populismo electorero apartándose de lo que dicta la razón en tiempos de confusión política.

De salida no se dieron cuenta de que las circunstancias históricas habían cambiado radicalmente con el derrumbe del comunismo soviético. Los eslóganes “pueblo unido jamás será vencido”, “Lucha final contra el imperialismo norteamericano”, llegaron para suplir la ausencia en su léxico de un nuevo lenguaje de la impugnación  nacido de las llamadas liberaciones sexuales, el feminismo, la cultura wocke que constituyen un intento de respuesta generacional, la suya, pero dada en el vacío y que tal como vemos hoy se ha ido anarquizando ya que el llamado Stablishmen las  transforma rápidamente en moda al uso de cualquier  consumidora.

Problemas pues no de una verdadera lucha por la emancipación social sino expresiones de los fantasmas sexuales, religiosos de una clase media urbana políticamente salida de los campus universitarios y no de la lucha agraria o de la lucha obrera a la cual decían representar.

La Ministra española Ion Belarra en su Ley de Protección Animal impone –no propone- bellezas como éstas: se puede hacer sexo con un animal cualquiera siempre que a éste no se le haga daño, a quien mate una rata con una escoba se le aplicará una pena de 18 meses de cárcel, etc. Para el ministro Garzón última excrecencia del estalinismo sus normas han sido de este tenor: los hombres deben ayudar a las mujeres a colocar la mesa en navidad, hay que acabar con las vacas pues estas destruyen la capa de oxono, no se debe comer jamón.

Propuestas de la llamada izquierda caniche y de la izquierda institucional que llega a su máxima expresión con la Ministra de Igualdad Irene Montero y su ley del “Sólo sí es sí” que aprobada   fervorosamente por el sanchismo ya ha rebajado las penas de cárcel a 450 violadores y puesto en la calle a 50 de estos.

Colocada en el congelador por razones electoreras, el número de violadores condenados y perdonados seguirá creciendo sin que en nada preocupe la suerte de las víctimas a esta “izquierda” que hoy no quiere renunciar a sus coches ni a sus sueldos y viáticos y cuyos aliados son Ortega, López Obrador, Maduro, la Kirchner.

 Esta es la izquierda populista que acaba de llegar al poder en Colombia: sindicalistas tenebrosos como Maltés, teóricos populistas de cafetería, dirigentes étnicos corruptos, falsos indígenas(as) colocados(as) en Ministerios, Embajadas, populismo erosionado sin embargo por la fatal distancia que han establecido entre una dirigencia que han vivido desde hace décadas la vida sabrosa y la penuria de la realidad de las comunidades pobres que estos activistas desconocen.

El discurso de Petro dejó al descubierto sus falencias de voz, de entonación dramática propias de grandes simuladores como Chávez o Perón cuando recurrían  al histrionismo seductor de un Mussolini pero que Petro es incapaz de recrear ya que, repito, le hace falta la voz adecuada del auténtico simulador populista, el carisma para hacerse el Gaitán y por supuesto una cosa es hablar ante grandes masas  previamente adoctrinadas y otra en un espacio reducido ante unos aburridos empleados oficiales.