26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Falleció Alejandro Galvis Ramírez, el hombre fuerte del periodismo regional en Colombia

Alejandro Galvis Ramírez, el hombre que forjó un imperio mediático con periódicos regionales en Colombia, falleció esta tarde en la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, de la clínica Foscal de Floridablanca, Santander.  

Galvis Ramírez era hijo de don Alejandro Galvis Galvis, fundador de Vanguardia Liberal, exministro de Defensa, expresidente de la Cámara de Representantes, expresidente del Senado, exdesignado de la República y exembajador de Colombia. Y Alejandro Galvis se hizo más fuerte con El Universal de Cartagena, La Tarde de Pereira, y El Nuevo Día de Ibagué.  

Alejandro Galvis Ramírez era un pujante empresario, muy distinguido y respetado en Bucaramanga. Ingresó a la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica Foscal de Floridablanca el 19 de septiembre del año pasado y tres días después los médicos le anunciaron a la familia que debían entubarlo por sus dificultades para respirar. El presidente corporativo de Vanguardia había reaparecido tras el confinamiento, el primero de septiembre, en la celebración del aniversario 101 del periódico.   

Ese día, junto a su hijo Alejandro Galvis Blanco, gerente del periódico condecoró a los empleados más antiguos. «El mundo digital es un hecho, pero yo sigo leyendo el periódico, como lo hacen los de esta generación que tiene canas” expresó en un reportaje publicado ese día, según registró Caracol radio.  

Aunque no se desligó totalmente del diario, desde hace algunos años, cuando vino el relevo generacional, Alejandro Galvis Ramírez se dedicó más a su otra gran pasión, la Hacienda El Madrigal, una ganadería lechera de enorme prestigio.  

Estudió economía en la Universidad de los Andes e hizo una maestría en Administración de Negocios en la Universidad del Estado de Michigan. En la Universidad Northwestern hizo una especialización de Gerencia de Periódicos.  

El 29 de agosto del año pasado, cuando Vanguardia organizó una fiesta en el Centro Cultural del Oriente, para celebrar 100 años de fundación, con presidente de la República a bordo, el empresario se encontraba recluido en una clínica, debido a otros quebrantos de salud. Ante la trascendencia del evento, pidió que lo dejaran salir. Acudió a la ceremonia, saludó a sus amigos e invitados, recibió al presidente Iván Duque y volvió esa misma noche al centro médico.  

En 2001, la revista Dinero resumió así sus logros: «Alejandro Galvis Ramírez, hijo del fundador Alejandro Galvis Galvis, asumió la presidencia del periódico local el 1 de julio de 1967 y entregó el cargo a la tercera generación de la familia, en el 2000.  

“Asumió el control en la década del 70 y transformó un diario pueblerino y artesanal en una verdadera empresa periodística. Creó los departamentos de publicidad y circulación, introdujo nuevas técnicas gerenciales y administrativas y, ante todo, convirtió el diario en un importante generador de noticias y opinión. La redacción pasó a ser el eje del periódico y la circulación aumentó de 3.000 ejemplares diarios a más de 85.000 en los años 80″.  

“En una entrevista para el centenario del periódico, recordó que cuando terminó la carrera de Economía, surgió la posibilidad de trabajar en el Banco de Bogotá. «Me vine en diciembre a Bucaramanga. Llegó un marconi. Mi papá lo abrió, creyendo que era para él, lo leyó y supo de la oferta laboral. Me propuso que mejor me quedara trabajando en Vanguardia», relataba.  

Fue su mamá doña Alicia Ramírez quien le insistió en la idea de estudiar en Estados Unidos. «Me salieron dos becas y tomé la de la SIP, Sociedad Interamericana de Prensa. Los fines de semana me dedicaba a conocer periódicos. Visité unos 40, pero luego volví a Colombia y me puse a trabajar con mi papá», recordó.  

Galvis Ramírez era un hombre de recia personalidad, de carácter, de palabra. Un liberal de convicciones, serio, excelente papá y buen jefe. Exigente en el trabajo y tenía una visión empresarial como pocos.  

Por su influencia y respeto en la región siempre era tenido en cuenta por todos los dirigentes. Y era de los pocos santandereanos que tenían interlocución directa con todos los presidentes de la República.  

El gobernador, los alcaldes y los funcionarios públicos de la región siempre buscaban tener buenas relaciones con Alejandro Galvis y con el periódico, porque es el medio que lee la clase dirigente en Santander y el único al que hacen eco los medios nacionales. Eso le daba poder a Galvis, su propietario, y a su hijo Alejandro Galvis Blanco, su gerente.