26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El triunfo de la desinformación

Dario Ruiz

Por Darío Ruiz Gómez (foto) 

El intento de asesinar a los miembros de una patrulla  de la policía en Cali en el llamado “primer territorio libre de Cali”, Puerto Rellena, decretado como tal por los intelectuales(as) al servicio de “la liberación de nuestros territorios”, – que aparecen en videos filmados por ellos(as) mismos(as)- el abierto enfrentamiento entre el ELN y las llamadas Disidencias de las FARC, han sido reducidos naturalmente por nuestros distintos medios de comunicación a simples noticias de acciones de “grupos al margen de la ley” poniendo de presente su incapacidad de análisis político para hacer un verdadero diagnóstico sobre un enfrentamiento armado cuyo objetivo es destruir la territorialidad histórica, violentar nuestra sociedad, agredir el derecho de los ciudadanos a construir sus vidas. Un enfrentamiento entre los grandes grupos del narcotráfico disfrazados aún para algunos pocos despistados informadores en una “causa revolucionaria”. 

Javier Tarazona el gran periodista venezolano que ha sido enviado a la cárcel por la dictadura de Maduro  nos ha informado rigurosamente sobre lo que hoy supone el dominio de grandes territorios venezolanos por parte del ELN convirtiéndose en propietarios de regiones claves para la seguridad democrática y poniendo en peligro la gran planificación de nuestros Llanos Orientales ya puesta en marcha por algunos notables empresarios colombianos.  

Como telón de fondo, al igual que en Africa, bandas de mercenarios encargados de mantener estas rutas del narcotráfico, la explotación de las minas recurriendo una y otra vez a nuevas formas de terror, esclavizando a comunidades indígenas. ¿A dónde y a quiénes van a parar esas descomunales ganancias? Se recurre entonces por parte de los verdaderos dueños de esta parodia de guerra a los llamados “idiotas útiles”, mediocres escritores, directores de grupos folclóricos, cineastas de nula imaginación y desde luego a un sector de curas y monjas fundamentalistas que aún creen que están “librando una Guerra Santa” contra el “imperialismo” Perdonen que deba enumerar una y otra vez esta situación ya que la tarea de los distintos medios de comunicación pareciera ser la de desinformar sobre cada atentado, desconocer la repercusión moral de estas fechorías: los jets cargados de cocaína incautados en Guatemala y que iban a ripostar a Nicaragua, simplemente, “bajaron del cielo y aparecieron ahí” cuando la extraordinaria tarea de inteligencia del Ejército que durante meses ha seguido su ruta los acaba de dejar al descubierto: pistas clandestinas en Venezuela y Nicaragua y de por medio  la retórica de una “ liberación de Latinoamérica”, antes, durante el “estallido social”, el intento de toma de Popayán por los “negros del Cauca”, intento de linchamiento de “los representantes blancos del colonialismo”,  corte de cabeza de estatuas o sea  la degradación del lenguaje, el envilecimiento del militante para encubrir una demoníaca demostración de que el mal y la maldad no tienen límites bajo este nuevo intento de destrucción de lo humano.  

Aquello que Zygmunt Bauman condena como “el recurso a la violencia como juego de poder” Porque de lo que estamos hablando es del mal y de la crueldad y del sufrimiento de los seres humanos infringidos por verdaderos monstruos(as) ciegos ante el dolor humano con tal de obtener sus terribles objetivos. ¿Cuándo habló por última vez Iván Márquez con Enrique Santiago? 

En la jerga legal y en el argot periodístico colombiano El Rolo es solamente un “pone bombas” pero ¿Qué significado tiene la violencia terrorista para esta justicia de bolsillo, para estos informadores? Repito la estremecedora cifra: 32.000 secuestrados, 19 000 niños(as) reclutados solamente por las FARC, campesinos incinerados, degollados por el ELN, cientos de rastros de niñas y niños violados, de secuestros de familias enteras, esto es El Rolo, un diabólico exterminador, un sádico genocida, un pervertido aparentemente incapaz de medir el mal que causa. Y de monstruos nazis, estalinistas, maoístas, senderoluminosistas, está conformada la cúpula de depravados del ELN que protege en la Habana el régimen cubano. Comienza el reinado de la maldad – el de la Anti-Iglesia, del falso Redentor, de la Bestia- cuando los monstruos son justificados por los banalizadores del mal, cuando los monstruos emergen de los abismos del mal y quieren convencernos de que el crimen, la violencia perversa es algo natural a esta nueva economía. ¿No han visto cómo la silueta siniestra de esa administradora del mal, Piedad Córdoba, cobra realidad sin que nadie se atreva a sancionarla?