26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Oasis de la vida: La deuda de la prostituta

Por Luis Carlos Correa Restrepo (foto)

«No es la felicidad la que nos hace agradecidos, sino el agradecimiento el que nos hace felices».

No se sabe quién lo escribió pero… en un agosto cae una lluvia torrencial y hace varios días parece que la ciudad está desierta, hace tiempo que la crisis viene azotando este lugar, todos tienen deudas y viven a base créditos, por fortuna llega un millonario forrado en dinero y entra en el único hotel del pueblo, pide una habitación y pone un billete de cien dólares sobre la mesa frente al recepcionista y se va a ver las habitaciones.

El gerente del hotel coge el billete y sale corriendo a pagar su deuda con el carnicero, este coge el billete y sale corriendo a pagar su deuda con el criador de cerdos, al momento, este sale corriendo a pagar lo que le debe al molino por el alimento de los cerdos, este coge el dinero y sale corriendo a pagarle a María la prostituta del pueblo por los favores recibidos en época de crisis, hasta ella da crédito por sus servicios.

La prostituta coge el billete y sale corriendo hacia el pequeño hotel donde presta servicios a sus clientes, y donde tenía una deuda de varios servicios que no había pagado. Allí le entrega el billete al gerente del hotel. En ese momento baja el millonario  que acaba de darle vuelta a las habitaciones, dice que no le convence ninguna y toma el billete y se va. Nadie ha ganado un centavo pero toda la ciudad vive sin deudas y recupera la confianza.

MORALEJA: Si el dinero circula en la economía local, se acaba la crisis.

Consumamos más en los pequeños locales y mercados, déjate de banalidades, consume lo que tus amigos y tu país produce. Si tu amigo tiene una micro-empresa, cómprale, si tu amigo vende ropa cómprale, apoyemos el emprendimiento, apoyemos el consumo local, apoyemos la producción nacional, así somos capaces de crear patria. ANÓNIMO

LA SOCIEDAD DE LOS LOBOS

En un grupo de lobos: los primeros son viejos y enfermos, van adelante imponiendo el paso al que puede marchar y no quedarse atrás.

El siguiente grupo está conformado por los más fuertes y están encargados de cuidar a los de adelante por cualquier circunstancia.

En el medio van las hembras con sus crías.

Luego va otro grupo de los fuertes y mejores protegiendo la parte de atrás, y por último va el líder de la manada asegurándose que nadie se quede atrás y así manteniendo el orden y la unidad de la manada.

Moraleja: ser líder te obliga a ser el responsable de tu manada. No se trata de estar en el primer lugar sino de coordinar y  cuidar el equipo.