26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Oasis de la vida: Citas de la vida de Churchill

Por Luis Carlos Correa Restrepo (foto)

-Cuando cumplió 80 años, un periodista joven fue a tomarle una foto y le dijo: «Sir Winston, espero poder fotografiarlo cuando cumpla 90 años», la respuesta de Churchill fue: «¡Por que no!, usted parece bastante saludable».

-Telegramas intercambiados entre George Bernard Shaw (mayor dramaturgo Irlandés del siglo XX) y Churchill (mayor líder Inglés del siglo XX):

Una invitación de Bernard a Churchill: «Tengo el honor de invitar al digno Primer Ministro al estreno de mi obra PIGMALION. Venga y traiga un amigo, si lo tiene». Firmado por Bernard Shaw.

Respuesta de Churchill a Bernard Shaw: «Agradezco al ilustre escritor la honrosa invitación, infelizmente no  podré concurrir a la primera presentación, iré a la segunda si la hay».  Firmado  Winston Churchill.

-El General Bernard Montgomery, estaba siendo homenajeado por vencer a Erwin Rommel en la batalla de África, durante la Segunda Guerra Mundial. En el discurso el general Montgomery dijo: «No fumo, no bebo, no prevarico, y soy un héroe». Churchill oyó el discurso y con celos replicó: «Yo fumo, bebo, prevarico, y soy su jefe».

-Sucedió en el Parlamento Inglés. Fue durante un discurso de Churchill en el que una diputada de la oposición pidió la palabra.

Todos sabían que a Churchill no le gustaba que le interrumpieran sus discursos. Pero la palabra le fue dada a la diputada, y ella habló en tono alto y claro. «Señor Ministro, si vuestra excelencia fuese mi marido, yo pondría veneno en su café”.

Churchill con mucha calma, se quitó los lentes, y en aquel silencio en el que todos estaban esperando la respuesta, exclamó: «Si yo fuese su marido, me tomaría el café».

-Otra vez en el Parlamento Inglés: Una Diputada le dice a Churchill: «Señor, usted está borracho». Y él le contesta: «Señora usted es fea, y a mi mañana se me pasa».

REFLEXIONES

Para despedir a un ser querido.

Puedes llorar porque se ha ido, o puedes sonreír porque ha vivido.

Puedes cerrar los ojos y rezar para que vuelva, o puedes abrirlos y ver todo lo que ha dejado.

Tu corazón puede estar vacío porque no lo puedes ver, o puede estar lleno del amor que compartiste. Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el vacío y dar la espalda.