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Por Luis Caros Correa Restrepo
HUBO UNA ANTIOQUIA GRANDE Y ALTANERA
Por Jorge Robledo Ortiz – Poeta y periodista.
Nació en Santa Fe De Antioquia en 1917 y escribió el poema:
SIQUIERA SE MURIERON LOS ABUELOS
Hubo una Antioquia grande y altanera.
Un pueblo de hombres libres.
Una raza que odiaba las cadenas.
Y en las noches de silex
ahorcaba los luceros y las penas
de las cuerdas de un tiple.
Si quiera se murieron los abuelos
Sin ver como se amellan los perfiles.
Hubo una Antioquia en que las charreteras
brillaban menos que los paladines.
Una tierra en que el canto de la cuna
adormecía también a los fusiles.
Una raza con sangre entre las venas
pero sin sangre negra entre los botines.
Siquiera se murieron los abuelos
sin ver los cascos entre los jazmines
Hubo una Antioquia donde la alegría
retozaba en los ojos infantiles.
Un pueblo que creía en las campanas
de las torres humildes.
Y respetaba el grito de la sangre
y la virginidad de los aljibes.
Siquiera se murieron los abuelos
Creyendo en la blancura de los cisnes.
Hubo una Antioquia de himnos verticales.
de azadas y clarines.
Un pueblo que veía en las estrellas
dorados espolines
y le rezaba a Dios, mientras la luna
templaba la nostalgia de los tiples.
Si quiera se murieron los abuelos
con esa muerte elemental y simple.
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