26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Jodario: La corrimpisiña

@eljodario

Por Gustavo Alvarez Gardeazábal

Por estos días que se reúne en Cali un Foro sobre “el compliance” o el conjunto de procedimientos y buenas prácticas de las empresas y organizaciones buscando conocer en detalle lo que se ha hecho en otras partes de este mundo, (cada vez más corrupto), para implementar normativas antisoborno y antifraude o que impidan la manipulación  de mercados financieros, valdría la pena no entusiasmarnos tanto con la viga en el ojo ajeno y aprender a perder el miedo para encontrar la paja en el nuestro.

La corrupción no ha sido ajena a la humanidad. Eso lo sabe la supermaga Hui Chen que ha venido a este foro de Cali. Si en alguna parte de la historia de la humanidad se pudo instituir un imperio en base a la corrompisiña, que no a la simple corrupción, fue en la China de sus ancestros. Parece que ahora, cuando volvió a ser gran imperio, el asunto no se les ha olvidado y cada tanto vemos en la China, como en tantas otras partes del mundo, desfilar hacia el patíbulo a los condenados por haber sido pillados. Y así lo fue en Rusia y en la corrompida Albión y en la estricta Alemania y lo ha seguido siendo no porque el capitalismo sea el verdadero culpable y el comunismo su otro socio, sino porque en la eterna pelea en saber qué fue primero, si el huevo o la gallina, la corrompisiña no se conoce dónde comienza, si en el mundo de los privados, de los comerciantes, de los industriales y de los terratenientes o en el de los gobernantes o de los hacedores de leyes y normas.

Sería muy interesante que la señora Hui Chen se llevara de su visita a Cali la idea de que, mientras subsistan los elementos para que la corrompisiña exista, no se podrá normatizar la anticorrupción. Es decir que mientras no haya leche será imposible que se fabriquen quesos. No son las normas estrictas las que imponen el orden, son las ideas imaginativas que superen las geniales de los bandidos las que deben imponerse.

gardeazabal@eljodario.co