3 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El insecto, un héroe legítimo

Por Adriana M. Cardona López (foto) 

Dicen los que saben que un presidente colombiano gobierna con falacias y cree que logrará “su Paz total” al lado de bandidos, pillos y desadaptados sociales y que sólo con prometerles que les dará una remuneración económica por no matar a su víctima cambiará sus costumbres y taras, poniendo en riesgo la estabilidad de este País.

Y que sus odios acumulados en el tiempo marcan la ruta para volver trisas la economía y el futuro. Nos trae del exterior a Salvatore Mancuso nada raro como gestor de “Paz”, sin pagar ni un día de cárcel en Colombia. ¡Qué sociedad tan equitativa que nos venden!  

Mientras en este País se preocupan por sus egos y resentimientos, las grandes potencias preparan a sus asociados en la cultura de una sociedad educada en la superinteligencia, orientando las políticas públicas por donde es y que las cuestiones sociales sí son prioridades como el internet, la robótica, el big data, la IA, la economía colaborativa, para que los efectos y consecuencias que trae esta transformación posea un marco regulatorio y códigos de conducta globales serios y de altura. 

Aquí con las mañas políticas, la mala interpretación de las normas algunos jueces y magistrados sin honor y lealtad a su investidura nos dan un mensaje errado.

Con el abuso del principio de igualdad y libertinaje de este país jamás saldremos de esta Patria boba si nos siguen gobernando malandros. Necesitamos un Ejército comandado por un chapulín colorado bien receptivo, sagaz y honesto, ya que hoy nuestro gobernante y su selecto gabinete se escuda en los campesinos, poniendo de frente a los indígenas, las personas de raza negra y alguna parte de la población que sueña ser mantenidos sin aportar nada a esta sociedad y de paso nos regalan a FECODE para que nos enseñe modales y cómo financiar. 

Necesitaremos un Jaimito que haga las veces de cartero para que despliegue la noticia, ya que este País se mueve entre bambalinas con un Congreso sin moral política. Los llevaremos a corridas de toros para que observen los cojones de este casto animal y así poder decir como el creador del chapulín colorado, “no contaban con mi astucia”. 

Los liberales se visten de supermán y aún están parados en la criptonita y a los conservadores les regalaremos el traje del chapulín colorado con su corazón amarillo para que se llenen de valor y mientras tanto otro partido político creado por un expresidente se mueve en el teatro de las malas decisiones, que si multiplicáramos su ego la ecuación matemática no alcanzaría a compensar el “No”.

En su selecto grupo se cocinan decisiones políticas, albergan niños rebeldes y desleales, soñando con presidentes, gobernadores y alcaldes. Y mientras tanto seguiremos soñando con un héroe legítimo.