8 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El ELN, una guerrilla de raíces católicas ya sin ideología

 

El atentado con más de 20 muertos en Bogotá marca el naufragio de las conversaciones con el grupo que nació inspirado en la revolución cubana

El País de Madrid.

El atentado contra la principal academia de policía de Colombia, que las autoridades atribuyeron este viernes a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, marca el naufragio de unas negociaciones que languidecían desde hace meses. De raíces católicas, admiradora de Ernesto ‘Che’ Guevara y con una estructura federada que complica un proceso de diálogo, el ELN es considerado por diversos observadores como la última guerrilla activa en América Latina.

Tras sellar hace dos años un acuerdo con la extinta guerrilla de las FARC –hoy desarmada y convertida en partido político-, el presidente Juan Manuel Santos buscó la que calificaba como “la paz completa”. Luego de acercamientos secretos desde 2014, estableció una mesa formal de conversaciones con el ELN a comienzos del 2017. En el último tramo de su mandato, el también Nobel de Paz incluso trasladó a La Habana las negociaciones que se habían celebrado prácticamente sin avances durante más de un año en Quito.

Las conversaciones se encontraban estancadas desde la llegada al poder de Iván Duque, el pasado 7 de agosto, cuando prometió tomarse 30 días para adoptar una decisión. El mandatario exigió en varias ocasiones a la guerrilla que, para retomar el diálogo, debería liberar a todos los secuestrados, abandonar los territorios fronterizos con Venezuela, cesar los ataques a los oleoductos y dejar de reclutar menores. De acuerdo con el recuento que hizo el Comisionado de Paz, Miguel Ceballos, el ELN mantiene a 17 personas en cautiverio, y solo desde que Duque asumió la presidencia ha secuestrado a nueve personas y ha perpetrado 33 ataques contra oleoductos. “El ELN no ha hecho una sola manifestación de su voluntad de paz”, enfatizó Ceballos. “Frente al terrorismo no vamos a ceder y no vamos a negociar”. (Lea el análisis).