Como consecuencia del 21N y de las marchas populares en diferentes ciudades del país, que condujeron al presidente Iván Duque a iniciar lo que él ha denominado “conversaciones nacionales”, diferentes sectores de la opinión pública creen que debe modificar su esquema de Gobierno y aceptar algunas modificaciones en su gabinete ministerial, teniendo en cuenta que los partidos políticos pueden tener buena representación en su equipo de trabajo.
Algunas personas cercanas al Gobierno consideran que “si el mandatario tuviera el 65% o 70% de favorabilidad con relación a su tarea gubernamental, se podría mantener este esquema. Pero con el 26% no tiene nada de gobernabilidad, y en consecuencia necesita los partidos políticos”. Sostienen que en todas las democracias del mundo un presidente gobierna con los partidos con los cuales ganó la presidencia. El debate está abierto.
Sin embargo otros asesores, como Luis Guillermo Echeverri, “Luigui”, consideran que el presidente Iván Duque debe mantenerse como está y no negociar con la clase política.
El columnista de El Reverbero de Juan Paz, Guillermo Mejía Mejía, escribió lo siguiente:
“Los caricaturistas le tienen aniquilada su imagen, pero él no da el brazo a torcer y no hay indicios de que dé gestos de independencia y busque un acuerdo interpartidista con las agrupaciones políticas que votaron con él para segunda vuelta y que son mayoría en el Congreso. Él está confundiendo la mermelada con la participación política, con la gobernabilidad”.
Y el otro columnista Gabriel Zapata, escribió también en la misma línea:
“Personas cercanas a “Luigui” y que lo conocen desde la campaña presidencial, sostienen que Echeverri no solo detesta la clase política, sino que se ha opuesto a que el presidente Iván Duque modifique su actitud frente a las colectividades, que inclusive lo acompañaron en la campaña hacia la Presidencia. Y por eso varios analistas se preguntan: ¿Si el presidente no se acompaña de los partidos políticos, por qué les aceptó su respaldo en la campaña? ¿Esta actitud no encarna una enorme contradicción?
“En este aspecto encuadra el comentario de analistas y observadores en el sentido de que el Presidente Iván Duque y sus asesores como Luis Guillermo Echeverri no pueden confundir la mermelada con la participación política, que se da en todos los gobiernos democráticos del mundo. El partido que gana, gobierna con todos los partidos que lo apoyaron. Eso es así de sencillo”.
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