26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Cuando el Estado y sus Fuerzas Institucionales son doblegados por los grupos ilegales 

Oscar Castaño

@orientesetv 

Por Óscar Castaño Valencia 

Son las cuatro de la tarde, hoy sábado 7 de mayo, preámbulo del día de la madre, salgo a caminar por el Centro de una de las Capitales denla Costa Atlántica colombiana y el panorama es absolutamente desolador. Aquí he venido en varias oportunidades y me ha sorprendido siempre las cantidades de personas que siempre están en las calles, a veces caóticas por la cantidad de motos que se movilizan, casi siempre sin cumplir ninguna norma de tránsito y que hacen las veces de transporte público desde el Centro hacia los barrios más periféricos. 

Hoy no hay personas en las calles, ni tampoco motos, solo una que otra de algún atrevido que debe llevar comida a su casa arriesgando su vida porque la orden impartida fue muy clara: «nadie debe moverse de sus casas durante los próximos cuatro días». 

En las noticias del medio día nos informaron que el paro se extiende a once departamentos y, por lo menos, ciento veintiséis municipios y que van quemados decenas de carros y, también, hay varios muertos. 

Las redes sociales, que se han convertido en medios de comunicación a través de los cuales se pueden conocer imágenes y sonidos al momento que ocurren, nos dan cuenta de hostigamientos y balaceras en varias partes del país. Nos muestran imágenes de carros quemados y de hombres armados en municipios y vías de varias regiones. 

Sigo caminando por las calles desoladas de esta ciudad capital y me hago la pregunta, una y otra vez, dónde está la Insticionalidad, dónde está el Estado, que han hecho los últimos cuatro gobiernos de la, tan cacaraqueada «Seguridad Democrática». Donde está la realidad del discurso del Presidente, hace apenas unos días, cuando nos dijo que: » Con la extradición de «Otoniel» el «clan del golfo» está en vía de extinción». 

La verdad es que en estos tres días ese «clan del golfo» y sus «autodefensas gaitanistas de Colombia» arrodillaron al país y a su fuerza pública, están demostrando que el monopolio de la fuerza no la tiene el Estado y sus Instituciones. 

Y en medio de todo esto, unas elecciones presidenciales en las que tendremos que decidir si queremos «más de lo mismo» o le damos chance a un gobierno diferente para Colombia.