30 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica # 862 del maestro Gardeazábal: un paro puede más que marchar

Gardeazabal

@eljodario

Si en Colombia no hubiesen prohibido las clases de Historia Patria, con las que nos educaron a muchos compatriotas, habríamos aprendido que a lo largo de la vida colombiana las marchas han dado más víctimas que resultados. Que desde cuando se reconoció el derecho de huelga, fueron gran mayoría de los trabajadores de empresas y los ciudadanos en general quienes encontraron solución a sus exigencias o a sus problemas yéndose al paro, no a las marchas.

Así pasó con las bananeras, los ferrocarriles, las petroleras y las grandes empresas. Fue con un paro nacional en mayo de 1957, que el país consiguió derrocar la dictadura de Rojas Pinilla. Pero aquella vez fue un paro total, patronal y obrero, comercial y fabril, bancario y profesoral. El país se paralizó y en 4 días el presidente se vio obligado a renunciar.

Obviamente ese paro nacional se pudo producir porque el país tenía líderes en todos los órdenes, pero sobre todo porque el país creía en sí mismo y en las capacidades de quienes lo dirigían.

En Colombia los viejos imitadores de la revolución francesa o de la comuna de París y de la revolución bolchevique, le dieron más importancia a las marchas como motores de lo que produjeron que a la inteligencia de Lenin y Roberspierre o a los hilos que se supieron mover detrás de esas marchas.

De esa interpretación equivocada   sobre las marchas nos viene el ímpetu de convocarlas para manifestarse contra el mal gobierno y le viene al actual gobernante la manía de apelar al pueblo pidiéndole que marche por sus calles para respaldarle.

Las marchas del pasado 9 de abril en favor del gobernante fueron un fracaso. La que están convocando ilustres desconocidos para el domingo 21 pretende demostrar que no se quiere al gobierno. Pero, aunque Petro se sostiene con sus marchas flojas, no va a renunciar porque resulten abrumadoras las que se hagan en su contra.

La verdad hay que decirla, él se sostiene porque no hay dirigentes capaces de convocar y organizar un paro nacional.

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal.