26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica # 110 del enchuspado maestro Gardeazábal: Pobre país

@eljodario

Se necesita no tener conciencia del dolor ajeno para decretarle 15 días más de prohibiciones y desprecios a tantos colombianos esperanzados en volver a abrir sus negocios, volver a tener empleo real, ajustarse a un nuevo orden ciudadano y poder usar los trasportes intermunicipales.

Se requiere de una insensibilidad social mayúscula para no entender que hay miles de negocios que, si no vuelven a funcionar el 15 de julio, como se habían programado, ya no volverán a abrir más.

Se debe haber realizado un PhD en Improvisaciones para estar moviendo la fecha del fin de la cuarentena con la misma facilidad con que se cambian los calzoncillos y se echan a lavar.

No medir las consecuencias finales de seguir sembrando espanto con un fantasma que al fin de cuentas nadie concreta, es acercarse al terrorismo de estado, que muchas veces resulta peor que el ejercido por las bombas.

Del corona virus no se sabe nada todavía 120 días después. Nadie ha podido con certeza verificar dónde y cómo se origina. Parecería no interesarle ni a científicos ni a gobernantes encontrarlo, cuando el verdadero método de los genios comienza por averiguar el comienzo de los males para descubrirles, en su seguimiento, la fragilidad que permita combatirlo. No existía un antídoto eficaz cuando llegó la peste, ni han sido capaces de encontrar un medicamento que pare de verdad la enfermedad. No ha aparecido un Fleming que sea capaz de repetir la hazaña de encontrar un remedio como lo hizo él con la penicilina en su momento.

La ambición por sacar ventaja, en plata o en vidas se sobrepone a toda otra solución. El método medioeval del aislamiento es el único que se sigue usando porque no se mide si los daños que está causando son peores que el fracaso de la probable barrera para atajar la infección.

Usando el miedo y no la razón. Dictando decretos prohibitivos y no generando conversaciones convincentes que permitan entre todos buscar soluciones. Apelando siempre a unos asesores fantasmas que parecen obedecerle más a los grandes pulpos cibernéticos o bancarios que a la sensatez, le meten al país otros 15 días más de aislamientos dañinos y no se le propone nada concreto y real para salir del atolladero a todos los que van cayendo inexorablemente en él. Pienso en cuantos serán los empleos que se han perdido con esta nueva medida del gobierno de los mocosos. Pienso en cuantos hoteles, bares, restaurantes, buses y aviones serán rematados y no volverán a funcionar.

Pienso en todos los colombianos subyugados y entiendo que el mismo que persigue y estigmatiza a los viejitos y no le ve la cara del dolor a sus compatriotas, es el mismo que se satisface imaginándonos sufrir y el mismo que hablando cháchara todos los días a las 6 de la tarde cree que nos está gobernando.

Pobre país. Nos llevan a la miseria.

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal