26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Contraplano: La temporada de los adioses

Por Orlando Cadavid Correa

La pandemia sin paternidad responsable, que deja en el mundo elevadas cifras de víctimas fatales y en la picota pública a un par de presidentes, se ha llevado de contera, sin que hayan sido contagiados por el temible coronavirus, a unos colombianos muy queridos en sus respectivos entornos.

Se han marchado de este mundo, sin que hayan tenido que ver con el COVID-19, el abogado y periodista Alonso Parra; el famoso hombre de radio Carlos Pinzón; los reporteros gráficos Winston Cabrera y Hernando Vásquez, “Hervásquez”, y la economista Rosalba Restrepo, esposa del ex vicepresidente Humberto de la Calle.

Los presidentes de malvado y perverso comportamiento ante la megacrisis han sido Donald Trump, de Estados Unidos, y Jair Bolsonaro, de Brasil.

Como para el  mamón no hay ley, se les quitó a medio camino el populista mejicano Andrés Manuel López. Queda por averiguar si el segundo apellido de este último es “Hablador”, en vez de “Obrador”.

Desde el comienzo de la crisis, los tres mandatarios desestimaron las dimensiones del virus, llamándolo “una simple gripita”, que no era digna de tanta alharaca.

Solían burlarse de quienes usaban tapabocas o rehusaban saludar de mano a alguien por temor al contagio. Afirmaban que “ésas eran pavadas sin fundamento”.

A Trump y a Bolsonaro les importaron un bledo los millares de muertos que les dejó la pandemia en sus respectivos países.

Para redondear esta temporada de los adioses, recurrimos a la opulencia del respetable Libro de las citas, que se las sabe todas, a fin de rescatar las diez más atinadas sobre la muerte:

–Una vez terminado el juego (de ajedrez), el rey y el peón vuelven a la misma caja. (Proverbio italiano).

–No creo en la muerte, porque uno no está presente para saber que, en efecto, ha sucedido. (Andy Warhol).

–Nada falta en los funerales de los ricos, salvo alguien que sienta su muerte. (Proverbio chino).

–Cada cosa, hasta la misma muerte, debe ser a tiempo. (Jaime Arboleda Grueso). 

–La vida es tan cíclica, que el hombre muere en la misma forma en que nace: calvo, pequeño, indefenso y sin control de sus sentidos. (Pedro Vargas Gallo).

–La muerte es algo que no debemos temer, porque, mientras somos, la  muerte no es, y cuando la muerte es, nosotros no somos. (Antonio Machado).

–El hombre es mortal por sus temores e inmortal por sus deseos. (Pitágoras).

–En realidad, los seguros de vida son seguros de muerte. (Ramón Gómez de la Serna)

–No es que tenga miedo a morirme. Es tan sólo que no quiero estar allí cuando suceda. (Woddy Allen).

–Nacer es comenzar a morir. (Teófilo Gautier).

La apostilla: “Dicen que no son tristes las despedidas. Diles a quienes lo dicen que se despidan”. La frase la acuñó don Ramón Ospina, en su mensaje con el que le dijo hasta siempre a su multitudinaria audiencia, al apagar su micrófono taurino en el callejón de la Monumental Plaza de Toros de Manizales.