25 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula


@eljodario 

Por Leonardo Medina Patiño 

Con trazos fuertes cargados de intensidad y pasión, Alfredo Saldarriaga va dejando huella en la plástica. Muestra en su pintura la intensidad de su vida, esa forma múltiple de explorar el arte. Obsesión, tal vez, exhibe en sus pinceladas. 

Alfredo también es músico. Interpreta con maestría la armónica y ha viajado por el mundo como Alfred Blues. Y ese adentrarse en el arte a través del oído y la melodía nostálgica, le permite conjugar dos formas de expresión artística que se complementan. 

Insisto que esa obsesión por el color es cautivante. Atrapa. Nos deja absortos frente a su obra. 

Pero también tiene espaldas de personajes de novela, como León María Lozano, tal vez, o quién sabe qué personaje se atravesó por su memoria al dejar la huella de su pincel en el lienzo. 

Hay allí, en la exposición de su obra un mundo de color por explorar, por adentrarse con gafas anaglíficas para detallar ciertas obras, y deleitarse con las pinceladas fuertes que Alfredo Saldarriaga, con pasión, traza en su taller en el centro del Valle y nos trae al centro cultural de Cali, para el deleite, la contemplación.