26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

 “Centros Rurales de Innovación”

Por Claudia Posada (foto)

Sobre cifras que hablan del desempleo en Colombia no hay que entrar en detalles, los últimos resultados que registra el DANE lo dicen y en los medios se ha tratado el tema ampliamente; incluso, en algunos casos (como debe ser) lo han analizado con expertos: “El mercado interno no crea las condiciones para que las mayorías tengan un trabajo decente; y la desigualdad en la distribución del ingreso probablemente tiene mucho que ver con esto”. (“¿Por qué se disparó el desempleo en Colombia?”.  Estas son apenas unas líneas retomadas de la importante columna escrita por Jaime Tenjo, publicada en El Espectador).

Estamos en año electoral, es apenas obvio adivinar que, en los discursos de candidatos, particularmente en sus promesas de campaña, la generación de Empleo será uno de los componentes a reforzar; al igual que Seguridad, Educación y Vivienda. Nada distinto a lo de siempre.

¿Qué es lo que esperamos oír, entonces? El voto de opinión está siendo valioso por su crecimiento con relación al que se le llama voto amarrado, es decir: “Yo voto por el que diga zutano o perencejo” Yo voto por mi amigo de siempre…” “Mi voto será para quien nos tiene colocaditos”. (Estos son muchos debido al clientelismo, el mismo que sostiene en el poder a los mismos, con las mismas).

Así las cosas, es hora de cambiar el discurso. Queremos oír el cómo, así no sea con muchas explicaciones (los candidatos temen ser “copiados”) pero sí incluyendo las estrategias (sin las tácticas, estas son de los expertos). Los mecanismos que pretendan implantar en sus programas para registrar candidaturas, bien pueden incluir metas esperadas y los mecanismos de medición; de lo contrario, cualquier leve mejora, circunstancial tal vez, será proclamada por el ya mandatario como cumplimiento de objetivos propuestos. Así es como se burlan del ciudadano desprevenido.

Refiriéndonos de manera particular al componente Empleo, especialmente para áreas rurales, no ha sido novedad, ni lo será ahora, que los candidatos digan “Impulsaré el empleo decente para la juventud del campo”. ¡Pamplinas!

Uno de los factores que incide en las altas tasas de desempleo en las ciudades, es la búsqueda de mejores condiciones de vida, en las capitales, por parte de los jóvenes que, desde luego, no quieren repetir la historia de sus padres y abuelos: Muy “ragalados” el Día del Campesino como detalle de reconocimiento a su labor; expresado también, toda la vida, como si eso fuera el testimonio generoso de las obligaciones del Estado en cada territorialidad.

Ah, pero en este mismo sentido, otra frase que no ha faltado en los discursos de aspirantes a cargos de elección popular, sea para corporaciones o para gobernaciones o alcaldías, es esta que hace muchos años suena igual de floja: “Voy a trabajar por unas mejores condiciones de los pueblos abandonados, para evitar los desplazamientos voluntarios hacia las grandes ciudades”. ¡Pamplinas!

Si es verdad que se quiere dar salidas definitivas al problema de concentración abrumadora de habitantes que dejan lo suyo para establecerse en las ciudades capitales, es imperativo consultar modelos novedosos aplicables a cada tipo de localidad, su implementación para que no mueran con la llegada de otros al poder que prefieren “bendecir la primera piedra”, cortar cinta, y tomarse la foto, a fortalecer lo bueno existente.

Medellín se destaca hoy por la Innovación; esto, y otros sugestivos atributos que se le otorgan pomposa, exagerada, o realmente concebidos y caminado, por su resonancia se vuelven argumento para justificar el dejar sus pueblos de origen en los que sí, son muy escasas las oportunidades; se tenga o no preparación académica.

¿Por qué no incluir en los objetivos de un candidato a gobernar, o de algunos otros que quieren hacer parte de corporaciones como Concejos y Asambleas, apoyar o gestionar realizaciones locales que conjuguen los intereses de lo público con lo privado, conducentes a cerrar las brechas tan profundas existentes entre ricos y pobres?

Se nos ocurre, a manera de ejemplo, para concretar qué es lo que queremos oír los ciudadanos en las promesas de los candidatos, que nos digan algo así: “Tengo listo el proyecto y su implementación, para la creación de Centros Rurales de Innovación…” ¡Y que nos convenza que no son pamplinas!