26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Carta abierta al alcalde

Balmore Gonzalez

Por Balmore González Mira 

Respetado Alcalde 

Hace 10 años estaba terminando el ejercicio como alcalde de mi querido municipio, Frontino, me faltaban menos de tres meses de gobierno y debía entregar al siguiente gobernante el municipio con todos los proyectos, unos terminados, otros empezados y otros ni siquiera sin empezar su ejecución.  

Hacía un inventario de lo logrado y de lo no realizado. Empezaba a recordar cuando había comenzado casi cuatro años atrás con todos los ánimos y los deseos de hacer cosas por mi pueblo; una de las primeras instrucciones que dí a quienes me acompañaron en aquella misión, fue la de desinstalar el espejo retrovisor y olvidarnos de denunciar a la anterior administración por bobadas y que cualquier documento que llegara para el anterior alcalde, que no había sido de mi partido, le fuera entregado para que él tuviera conocimiento. Así sucedió y jamás instauré una denuncia, de esas estúpidas, contra mi antecesor. 

Hoy veo que los mandatarios locales están padeciendo uno de los peores momentos de la historia del país, con situaciones que han marcado sus gobiernos y que difícilmente se lograrán zafar de ellas: las pandemias del Covid, los dañinos paros, la inseguridad y del invierno. Estos cuatro flagelos son la mayor preocupación en todos los órdenes.  

Si Usted como alcalde, que fue elegido para gobernar y no para estar peleando con todo el que lo mire feo, lo critique o no lo salude, va a estar desconcentrado para atender lo verdaderamente importante, no le alcanzará el tiempo ni para lo uno ni para lo otro;  Usted debe gastar su energía y poder, en darle solución a los problemas que hoy aquejan a su población, al fin la pandemia está siendo más bien que mal atendida por el gobierno nacional en cuanto a vacunas se refiere, implemente Usted con responsabilidad las medidas locales a que haya lugar. 

En materia de invierno active las alarmas de organismos competentes para atender estas contingencias que bien claro es que vamos a terminar el año en un invierno descomunal; en lo que al paro y las manifestaciones se refiere, no las apoye, ellas, dicen algunos expertos, han hecho más daño a la economía que el mismo Covid, han sido vandalizadas y criminalizadas, al extremo de llegar a la pérdida de vidas humanas; respete los derechos de los marchantes y haga respetar los de los demás. 

Finalmente, en materia de seguridad, apoye a las fuerzas constitucionales del Estado, sea coherente con lo que juró en su posesión, no exceda su poder y trabaje armónicamente con las demás ramas del poder público. 

Respetado Alcalde, aproveche el tiempo que le resta para tratar bien a todos los habitantes de su municipio, el cuarto de hora de un mandato se acaba rápido y aunque quedan muchas frustraciones, también quedan ejecutorias que mostrar. Siempre habrá ciudadanos agradecidos con lo que usted haya hecho y otro gran porcentaje de críticos insatisfechos.  

El poder en muchas ocasiones nos llena de soberbia, unas veces por inexperiencia y otras por la misma esencia del ser humano. No todos los problemas se arreglan peleando.  

Dele prioridad a sus compromisos con la ciudadanía, ellos son la razón de ser de su elección; trate de hacer todas las cosas bien y sin rencores y muy seguramente esas son las que más recordación le dejarán.  

Al final de cuatro años de un ejercicio duro, difícil, complicado y exigente, queda la satisfacción siempre de haberle servido a su comunidad, por ello, aún está a tiempo de enderezar el camino y de poder hacer un resto de mandato con la razón y con el corazón, para que los habitantes de su municipio, lo recuerden como el alcalde que eligieron para gobernar, para gerenciar, para arreglar, para conciliar, para solucionar, para trabajar por todos y cada uno de sus coterráneos.  

No olvide que una de las más bellas tareas de un ser humano es poder ser el alcalde de su pueblo, no desperdicie esta gran oportunidad.