No hay nada más lindo de la amistad, que desearle lo mejor al amigo. Y Raúl Fajardo ha sido un amigo sincero, desinteresado, que ofrece siempre una amistad fresca, agradable, franca y alegre.
Como dicen algunos de sus amigos más cercanos, “Raúl es una llavería”.
Todos tenemos la paciencia suficiente de esperar su pronta recuperación, para repetir los guaros de siempre, acompañados de sus espontaneidades y compartir su permanente sonrisa y sus sonoras carcajadas.
Sus amigos le envían este mensaje: “No te preocupes hermano, que te estamos esperando para que vamos a tomarnos de nuevo los guaros en las cabalgatas de Llanogrande y La Pintada. No pierdas la alegría, que muy pronto nos volveremos a reír”.
Por lo pronto, su querida esposa Tita les envió a varios de sus amigos estas palabras:
“Mil y mil gracias, las manifestaciones de cariño y la solidaridad de la gente pidiendo por la recuperación de Raúl nos siembra la esperanza que todo va a salir bien. A todos nuestros más sinceros sentimientos de Gratitud en nombre de Raúl y de mi familia.
Un abrazo fuerte y les pido que sigamos orando por él”.
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