3 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Algunas tendencias tecnológicas que marcan camino para la transformación de los aprendizajes

Enrique Batista

Por Enrique E. Batista J., Ph. D. 

https://paideianueva.blogspot.com/

Se concibe que la educación, en todas sus formas y niveles, es un bien cultural construido para alcanzar muy altos fines sociales. Por inveterada tradición, los estudiantes en aulas escuchan pasivamente al maestro con la intención última de aprobar determinados cursos y los requisitos para pasar de un grado escolar a otro, o llenar (así, con este verbo) las exigencias para una graduación que, con el respectivo título, con más fantasía que realidad, habilitaría de por vida para el desempeño de determinadas ocupaciones o profesiones.

No solo la pandemia del coronavirus puso en jaque esta concepción anacrónica, roída ya por la herrumbre y moho que por décadas ha acumulado, la misma que ha sido y sigue siendo cuestionada desde tiempos ya inmemorables, incluso desde que en el mundo se inició la educación por grados en el siglo XIX. Es una concepción caracterizada por el dictado de información, compilada y resumida por los maestros de textos, usualmente desactualizados, a los que él puede tener acceso, en dispendiosos, y no muy productivos procesos, llamados «preparar clase» y «dictar clase», con datos o información que los estudiantes deben aprender y demostrar en exámenes que sirven, en su esencia, sólo para asignar calificaciones; examinación llevada al extremo en las muy inútiles y excluyentes pruebas estandarizadas que emplean los sistemas educativos estatales y una que otra organización internacional. Pero, la revolución informática y los desarrollos en los campos laborales han hecho más que evidente que el modelo no funciona.

Desde fuera de los modelos educativos nacionales, y de las mismas instituciones educativas, se conocen y se han formulado opciones para cambiar las prácticas pedagógicas ya impropias para los tiempos y condiciones actuales. Se conoce un conjunto de aplicaciones informáticas que pueden facilitar los cambios deseados en las metas formativas en todos los niveles educativos. Se refieren a cambios innovadores en las estrategias de enseñanza y de aprendizaje sobre las cuales se puede fundamentar una educación de calidad y de alta pertinencia personal y social, apoyadas en la acrecentada motivación de los estudiantes inmersos en el mundo informatizado. Las transformaciones propuestas se basan en el empleo en los procesos formativos de ciertos desarrollos tecnológicos para acometer progresos cognitivos y afectivos y variar sustancialmente los procesos escolares que buscan promover logros de esos dos órdenes. 

No es nada nuevo decir que el mundo ya cambió en especial por virtud de estar inmersos en un mar de abundantes tecnologías informáticas de vigencia pertinaz en nuestra vida diaria. Ha sido una transformación del mundo en sus componentes social, ético, laboral y educativo, la cual ha permitido construir un contexto global mucho más enriquecido en sus posibilidades para conducir procesos educativos con cobertura universal, mucha mejor calidad y renovada pertinencia. 

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Uno de los avances tecnológicos, de creciente incorporación en los procesos educativos, es la inteligencia artificial (IA), que, si bien se ha trabajado y desarrollado desde varias décadas atrás, ha adquirido mayor visibilidad por el uso directo y fácil desde que, a finales de 2022, aparecieron los primeros chatbots como apps de acceso en plataformas digitales, en versiones libres y también por suscripción pagada. Entre las aplicaciones educativas de la IA están: el apoyo a maestros y a alumnos en la formulación, desarrollo y valoración de cooperativos de aprendizaje, el fomento a la profundización de conocimientos en todos los campos de formación, el apoyo a la formulación y realización de aprendizaje basado en problemas o en proyectos,  el aceleramiento del aprendizaje de aquellos que presentan  dificultades, la facilitación de la individualización de los aprendizajes según  los niveles de logros y necesidades de los estudiantes, el mejoramiento en el aprendizaje y empleo de lenguas extranjeras, y  el  incremento de  la riqueza léxica y las habilidades comunicativas  de los  alumnos. 

La IA necesita de la inteligencia y voluntad humanas para poder generar nuevas ideas, nuevos proyectos, nuevas vertientes de investigación, nuevas concepciones pedagógicas; no lo puede hacer hoy por sí sola. Ella sí puede permitir la identificación de patrones y facilitar una visión holística en medio de la abundancia de datos asociados a una situación o problema determinado; así mismo, proporciona base y contexto para generar hipótesis, predecir posibles resultados y guiar el proceso de la experimentación científica. (https://rb.gy/ot9d3,(https://rb.gy/a1qqj)

La IA no tiene mucho de lo que entendemos por inteligencia humana, y muy poco de artificial. Este es un desarrollo que afecta a infinidad de prácticas sociales, al mundo del trabajo, la producción agrícola y la industrial, a los gobiernos, al ejercicio de la democracia y a una inmensa variedad de nuestras acciones cotidianas, con reconocidos riesgos sobre la privacidad y acceso, manipulación y control de la información personal, entre otros azares. Por ello, la Unión Europea ha planteado una ley no sólo para regularla, sino para aprovechar con seguridad sus potenciales, como un «intento de hacer que los sistemas de IA se adapten al futuro que queremos como humanos», para una Europa con criterios favorables para la innovación, la seguridad y protección a los derechos fundamentales de los ciudadanos (https://rb.gy/gsqi2).

Otros de los avances tecnológicos, con impacto en las innovaciones educativas y pedagógicas, son los procesos formativos mediante el aprendizaje remoto, en línea e híbrido, como también lo es la realidad extendida – XR. Son esos desarrollos con los cuales la escuela, con su diversidad de procesos formativos, puede llegar a los alumnos, en lugar de los alumnos, excluidos por diferentes razones, tengan que llegar a ella. Los avances importantes en realidad virtual y realidad aumentada (ambas concebidas como forma de realidad extendida – XR) facilitan la conexión de las realidades físicas con las virtuales, incentivando el acceso a recursos formativos pertinentes, a una acrecentada motivación de los alumnos y a formas novedosas de experimentación y de crecimiento personal. (https://rb.gy/21822).

Otros campos de innovación en los procesos formativos escolares, es la mayor pertinencia, en el contexto global informatizada, que ha adquirido la integración de diversos contenidos y campos de

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aprendizaje bajo el modelo STEAMS (https://rb.gy/pu4wo), con el que se estimula un aprendizaje más pertinente, integrado y no desarticulado en asignaturas que se sirven, y supuestamente se aprenden, independiente las unas de las otras, usualmente rehuyendo la formación en valores, en las habilidades socioemocionales  y en comportamientos éticos. El modelo STEAMS, integra ciencias (incluidas las sociales), ingeniería y matemáticas con las artes, y la cultura, valores, habilidades socioemocionales y las comunicativas en español y lengua extranjera (https://rb.gy/cwzqh). 

También se ha incorporado, entre las innovaciones, el aprendizaje fomentado por bloques pequeños de contenidos, pero con metas precisas y de alta consistencia interna, llamado por algunos «nano aprendizaje» o «micro aprendizaje», denominaciones algo impropias porque todo aprendizaje con significación especial para el alumno es gigantesco, es mega aprendizaje (si se mantuviera el lenguaje informático). La idea de la formación por bloques más pequeños consiste en que la complejidad de determinados contenidos se fraccione con lógica analítica, sin perder de vista el todo, para facilitar la comprensión del alumno y su capacidad para mantener la concentración por más tiempo, incrementando así la posibilidad y habilidad de aprender con mayor motivación y profundidad lo propuesto.

Para estos procesos de innovación, se ha resaltado, como muy importante, la incorporación de los conocimientos sobre el aprendizaje humano derivados de las investigaciones científicas en las neurociencias, lo cual se ha plasmado como un consenso para asegurar que las nuevas prácticas de enseñanza y de aprendizaje escolar sí estén apoyadas en conocimientos científicamente fundamentados. (https://rb.gy/nfkixhttps://rb.gy/n3ffu).