30 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Algo está cambiando en el Oriente Antioqueño

Por Oscar Castaño

Un sector significativo de la comunidad del Oriente consideraba, y aún muchos lo hacen, a los empresarios del Oriente Antioqueño como quienes llegaron al Territorio para usurpar los recursos de la Región convirtiéndolos en jugosas ganancias que en muy poco se ven reflejadas en el desarrollo de los municipios y sus comunidades. Salvo algunos casos, más por paternalismo que por decisión real de implementar «LICENCIA SOCIAL», bultos de cemento le eran entregados a municipios como San Luis, San Francisco o Cocorná para ayudar con una que otra obra de interés comunitario.

Sin embargo, esta semana la Directora Ejecutiva de la CEO, Corporación Empresarial del Oriente Antioqueño, Carolina González, anunció que la Junta Directiva, conformada por catorce empresas, había tomado la decisión de hacer una bolsa común juntando sus impuestos para realizar obras en los municipios ZOMAC. ALGO ESTA CAMBIANDO EN EL ORIENTE ANTIOQUEÑO para que esta voluntad política de algunos empresarios, catorce de más de un centenar agremiados en la CEO y más de dos mil inscritos en diferentes Cámaras de Comercio con operación en el Oriente Antioqueño se esté dando.

Seguramente que en el futuro próximo empecemos a ver obras con profundas repercusiones sociales en los municipios más alejados y a los que el conflicto sumió en un profundo atraso en su desarrollo que, por si solos, nunca podrán superar.

Obras por Impuestos es un mecanismo creado para que los contribuyentes puedan invertir parte de su impuesto de renta, hasta un 50%, en la ejecución de proyectos con impacto social y económico en las zonas más afectadas por el conflicto y tiene fundamento legal en la Ley 1819 del 2016, Ley 2010 del 2019, Ley 2155 del 2021 y la Reforma Tributaria 2277 de diciembre del 2022.

Los ejes de inversión son energía, salud, educación pública, agua potable y saneamiento básico e infraestructura de transporte. Cinco líneas de inversión fundamentales para los municipios con más dificultades sociales en el Oriente Antioqueño.

Ahora bien, un aspecto muy importante de esta iniciativa es el acompañamiento que tendrán los municipios por parte de un Equipo Formulador de Proyectos que ayudará a los municipios, y sus administraciones, a perfeccionar las propuestas y llevarlas a fase 3 para que puedan ser aprobados para su ejecución. Además, esa alianza público-privada permitirá eliminar, o por lo menos aminorar, la corrupción que se evidencia muchas veces en las obras públicas de los municipios.

«El mecanismo crea una oportunidad única para que el sector público y el privado lleven inversiones a las zonas más afectadas por el conflicto y la pobreza. Promueve la confianza institucional al hacer visible cómo se transforma un impuesto en inversión social. Los contribuyentes aportan a la construcción de paz de manera directa y con alto impacto en comunidades afectadas. Ejecuta proyectos en un menor tiempo (Tres veces más rápido ejecutar un proyecto de dotaciones escolares por medio del mecanismo que con recursos de Regalías). Moviliza recursos hacia sitios donde la inversión era difícil de llegar por las condiciones de violencia. Los contribuyentes pueden estructurar proyectos generando valor agregado a entes territoriales. Este mecanismo les ha permitido a los municipios PDET y ZOMAC obtener recursos para financiar proyectos que de otra manera no sería posible. Por ejemplo, en algunos municipios el valor de los proyectos es 12 veces los recursos recibidos a través de las transferencias del SGP para libre inversión». 

Mientras los políticos quieren fragmentar el Territorio con propuestas como el Área Metropolitana o la Ciudad Aeroportuaria, los empresarios con esta iniciativa acogen el consenso de la gran mayoría de lideres del territorio que han expresado la necesidad de una juntanza que permita mirarnos como Región.

Quisiera imaginarme una bolsa común de todos los empresarios asentados en el Oriente Antioqueño que permita desarrollar proyectos fundamentales y de impacto para los municipios con más dificultades y que ayuden superar la inequidad que viven en su desarrollo. Proyectos de ejecución directa con los municipios, sin tercerizaciones que fomenten «danzas de chalecos» que han deslegitimado la inversión o la compensación a los municipios en la última década.

Seguramente que para los sectores radicales de izquierda esta iniciativa no significa nada. Pero para las comunidades de los municipios ZOMAC, los más atrasados en su desarrollo y en sus posibilidades, se abre una enorme puerta para poder tener proyectos de impacto reales que les ayude a superar algunas de sus necesidades básicas insatisfechas.

El Oriente Antioqueño ha sido la génesis de muchos procesos que se han convertido en proyectos nacionales, ¡ojalá este sea uno de ellos!

ALGO ESTÁ CAMBIANDO EN EL ORIENTE ANTIOQUEÑO.