4 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: Hay que rodear y fortalecer a EPM

Gabriel zapata

Por Gabriel Zapata Correa

Son obvias y múltiples las razones por las cuales los antioqueños y los colombianos comparten preocupaciones por el presente y futuro de las Empresas Públicas de Medellín, una entidad que ha sido modelo en Latinoamérica en la prestación de los servicios públicos.

En este momento en materia de energía EPM le sirve a 5 millones y medio de colombianos, y en un futuro muy próximo, cuando entre en operación en Córdoba, Sucre, Bolívar y César, serán más de 7 millones de habitantes que dependerán de ella. Eso quiere decir que en ese momento EPM tendrá el 35% del mercado nacional.

Estas cifras marcan no solo la importancia de EPM, sino el nivel de preocupación en todas las esferas políticas, dirigenciales y cívicas, porque la innegable crisis institucional por la que atraviesa ha tenido ya repercusiones económicas, reflejadas en la caída del valor de sus bonos y la rebaja en la calificación de Fitch. No es fácil la situación, porque en pocos meses deberá estar preparada para la inversión de 3.2 billones de pesos en la costa. Parece que en este aspecto no se han detenido mucho los analistas, porque la primera pregunta obvia y necesaria, es quién o quiénes van a responder por este detrimento patrimonial. Más las graves implicaciones económicas por los retrasos del proyecto Hidroituango.

Ahora, en diferentes círculos dirigenciales de la ciudad se vienen haciendo análisis sobre las necesidades urgentes que tiene EPM de recuperar el Gobierno Corporativo, un concepto universal, por el cual se rigen la mayoría de las empresas del mundo, y en las cuales cada día más los gobiernos tienen menos injerencia. En Bancoldex, por ejemplo, el Ministerio de Hacienda ya no tiene participación directa en sus decisiones, como una garantía para respetar la independencia de la junta directiva. Como decía el empresario Carlos Enrique Moreno, en una junta directiva son importantes los pesos y contra pesos para enriquecer las decisiones. Así debe ser.

Pero con relación a la junta saliente, algunos analistas se preguntan por qué la pasividad de sus miembros frente a denuncias tan graves como los sobrecostos multimillonarios en la mayoría de los proyectos de EPM, y siempre permanecieron en silencio como si nada hubiera pasado. El alcalde se hubiera evitado semejante sisma si releva la junta cuando se posesionó.

Ahora, el alcalde ha planteado que le pedirá al gerente de EPM, Alvaro Guillermo Rendón que le consulte a la nueva junta que está nombrando, si es conveniente o no que la empresa continúe con su demanda de conciliación

Esta nueva decisión ha generado diversas reacciones en distintos sectores de la ciudad y del país por la incertidumbre que crea, sobre todo en los campos financieros, los cuales ya han expresado abiertamente su preocupación y prendido las alarmas alrededor de la situación económica de EPM. Y de este panorama está muy bien informada la Superintendencia Financiera, inclusive por la misma gerencia de la empresa. Esta determinación deberá ser muy estudiada para no sembrar una mayor inseguridad empresarial y económica.

Pero mientras la nueva junta estudia este paso, es urgente que EPM recupere el Gobierno Corporativo, que es la garantía de tranquilidad en los niveles dirigenciales, políticos, cívicos y financieros. EPM ha sido tradicionalmente muy bien manejada y nunca ha sido rodeada por escándalos de corrupción. Es la verdad.

Como dicen exdirectivos, exempleados y exfuncionarios de la empresa, en un muy asertivo comunicado, “Tenemos la certeza de que la entidad va a superar este difícil momento, con el apoyo de la comunidad, de la mano de su recurso humano y de su institucionalidad interna y externa. En su seno están el conocimiento, el compromiso, la capacidad de análisis y las competencias profesionales para lograrlo.

“Como empresa pública ejemplar, la entidad se debe a sus dueños que son los ciudadanos. Ni agendas políticas, ni grupos económicos deben tener cabida en su orientación y gestión.

“La meritoria gestión de la entidad ha descansado en el compromiso fundacional de aislarla de vaivenes electorales y de intereses ajenos al estricto cumplimiento de su misión: Prestación de servicios públicos domiciliarios y conexos con altos estándares de calidad, cobertura, oportunidad y costos”.

Y remata con esta frase: “Un pacto cívico de todos los actores públicos y privados para respetar la autonomía de EPM ha sido y debe seguir siendo la estrategia social que oriente el accionar de la organización”.