Vale la pena recoger las angustias de los padres de familia, de los estudiantes y de las instituciones, muy especialmente de las universidades privadas sobre el presente y futuro de la educación en el paÃs, a raÃz de la experiencia de la docencia virtual debido a la pandemia que ha convertido los hogares en salones de clases.
Pero hay otra dificultad mayor que debe contemplar el Ministerio de Educación Nacional. Y es que según los expertos, tan solo el 20% de los estudiantes tienen acceso a los medios virtuales. Lo cual pinta un panorama mucho más desalentador de cara al desarrollo de este año educativo, pero sobre todo en cuanto a la calidad.
¿Vale la pena seguir corriendo el riesgo, o es el momento de hacer un alto en el camino? Porque coyunturalmente viene atado a las inquietudes planteadas el tema económico, porque padres de familia y estudiantes plantean con claridad que no ven justificación en pagar mensualidades y matrÃculas.
Y obviamente ya comienza a sentirse la repercusión económica en las cajas registradoras de las institución de educación superior, especialmente.
En los anteriores aspectos y en este, ha sido muy timorata la ministra de Educación, MarÃa Victoria Angulo, porque tarde que temprano, como Gobierno, tendrá que tirarles el salvavidas, como lo ha intentado el mandatario Iván Duque con otros sectores de la economÃa, no menos golpeados por esta emergencia casi interminable.
Estos temas no son nuevos para el Gobierno y en particular para el Ministerio de Educación.
Las universidades privadas y entidades de educación superior han llamado la atención del Gobierno Nacional por el impacto negativo que ha tenido la emergencia COVID 19 en todo el sector educativo.
Hasta el momento El Gobierno Nacional, con la indolencia manifiesta de la Ministra de Educación, MarÃa Victoria Angulo, no ha dado ninguna respuesta a las universidades que se vienen manifestando desde que empezó la cuarentena, en una carta remitida por ASCUN, Asociación de Universidades de Colombia, el G10 y el G8, y a nivel individual los mismos rectores que han expresado, por diferentes medios, su clamor general por su difÃcil situación económica.
Aducen que las universidades privadas no reciben recursos de ninguna otra fuente y menos del Gobierno, como en otros paÃses, pese a desarrollar una función social, que en principio le corresponde al Estado y que delega su responsabilidad en gran medida en estas entidades.
En diferentes estudios de esta crisis se ha señalado que 8 de cada 10 familias han resultado afectadas en su situación económica, impacto que se refleja en un altÃsimo riesgo de comprometer la permanencia y el regreso a la educación para miles de niños y jóvenes.
Más historias
EnCicla al Parque avanza su ruta por el Valle de Aburrá
El ITM le rinde homenaje a MedellÃn
¿Las tres del CD lanzadas con todo y contra todo?