1 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Un café en Buenos Aires, Pablo Di Marco @Unaula

 

Cuando a mediados de los años 60 del siglo anterior el chileno Luis Harss entrevistó a los 10 autores que conforman el volumen ya clásico Los Nuestros (10 entrevistas con escritores latinoamericanos), lejos estaba del propósito de fundar el canon que llamamos “el boom”. Acaso el único propósito era dialogar sobre el artefacto literario en común que los reunía a todos: la novela latinoamericana. Una carambola involuntaria hizo que una editorial de eco continental (Sudamericana) y una buena racha de novelas extraordinarias de esa década consagrara a la mayoría de autores que entrevistó el chileno, fama que se trasladó de pronto al libro de entrevistas y certificó al autor como una suerte de notario de la literatura latinoamericana. Hay proyectos que nacen así, delimitando una materia y sin mayores pretensiones.
En estos días, si alguien quiere descifrar el mapa de la literatura en nuestro idioma, tiene un reto más vasto que Luis Harss. El camino sencillo y directo para tomarle el pulso a lo que ocurre en el continente sería empezar por acercarse a la narrativa breve. A los cuentos que demoran menos en circular y abarcan de manera más rápida un amplio espectro, además de ser el campo de pruebas de estilos y temáticas y que aparecen en las revistas digitales del continente y en antologías. También cabe la posibilidad de ampliar el viejo método de Luis Harss: preguntar a los autores, editores, libreros, traductores, gestores, becarios qué es lo que hacen en su área. (Lea la columna).