7 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Recuperando el alma de un indígena 


Por Adriana Cardona 

Se ha ido el indígena. Su sabiduría nos enseñaba a escuchar la tierra, contemplar las maravillas de la creación y entender los fenómenos de la naturaleza. Su espíritu nos trasladaba al cielo y su lenguaje nos hacía entender los fenómenos de la naturaleza.

Cómo recuperar el indígena, si su lenguaje ha cambiado; nos quieren demostrar lo opuesto y su esencia y alma está herida; quisiéramos recuperar sus enseñanzas.

Han hiperestimulado su mente y su lenguaje ya es otro. Cómo apaciguar sus ánimos, se dejaron seducir, no quieren escuchar los árboles y contemplar las montañas; abandonaron las semillas y los frutos. Ya su inspiración es otra; tienen sed; pero no la quieren saciar en la cascada o en el río y se han dejado conquistar.

La Ciudad los absorbe; no quieren regresar a su hogar; a su origen; no quieren ver el arco iris y ni interpretar las estrellas fugaces. Su nuevo interés por la tierra hace que su retorno se prolongue; se expresan como la naturaleza; pero nos confunden y nos hacen creer que no son los verdaderos representantes y guardianes del ecosistema.  

Se trasladan a las grandes ciudades y con sus exigencias creen que debilitan el Estado, confunden la sociedad y que se necesita de un chamán para poder entender sus nuevos intereses.

Retienen soldados, se toma plazas, parques y su actuar se traduce en resistencia o protesta y lo que buscan es la reivindicación de sus derechos más allá de los que tienen.

Contrataremos un antropólogo para entender el porqué de sus nuevos comportamientos no indígenas y por qué se dejan utilizar del Estado.

Su imagen quedará plasmada con la realidad social; como una huella, un vestigio y que el enfoque semiótico de esta; nos explique por qué y para qué este momento histórico y así el Estado con altura y sin ninguna intención permita resolver sus intereses económicos, ideológicos, políticos, sociales y así no tener que recuperar su alma.